- La hispanofrancesa Anne Hidalgo encabeza todas las encuestas para revalidar su puesto de alcaldesa de París y recibir así un espaldarazo a su figura política que, a base de tesón, se ha convertido en una de las más destacadas de la izquierda francesa.

Tanto es así que, ante la ventaja que le otorgan los sondeos frente a la exministra conservadora Rachida Dati para la segunda vuelta de hoy, Hidalgo se ha visto obligada a matizar que la capital francesa es su única aspiración, frente a quienes le prestan ambiciones presidenciales.

Hidalgo (1959) se impuso con claridad e la primera vuelta, con casi el 30% de los votos y ha logrado aliarse con el ecologista David Belliard, que logró otro 10%.

Frente a ella, Dati se quedó a 7 puntos y, además, sufre de la división del electorado de centroderecha, parte del cual puede optar por la exministra macronista Agnès Buzyn, que se mantiene en la carrera pese a haber obtenido solo el 17% de los sufragios.

Una fragmentación que beneficia a Hidalgo, que se presenta con un programa ecologista y social y desprovista de símbolos de su origen político, el Partido Socialista, que ha quedado diluido en la plataforma París en Común, creada por la alcaldesa.

Si logra revalidar el cargo, la regidora será el valor electoral más en fuerte de la izquierda moderada, frente a un partido que no se ha repuesto de la presidencia de François Hollande.

Criada a la sombra de Martine Aubry, la ministra que instauró la semana laboral de 35 horas, y de Bertrand Delanoë, el hombre que conquistó París para la izquierda hace casi 20 años, Hidalgo ha sabido sobrevivir al naufragio socialista de los últimos años.

Su apuesta por la bicicleta, la peatonalización, la vivienda social frente a los alquileres turísticos y el feminismo le ha permitido conectar con un electorado de clase media alta que en las pasadas presidenciales de 2017 respaldó de forma abrumadora a Emmanuel Macron.

Así se ha hecho un nombre en la política francesa esta hija de emigrantes españoles de ideología republicana que abandonaron la ciudad gaditana de San Fernando cuando ella apenas tenía dos años para instalarse en las afueras de Lyon.

El 5 de abril de 2014 se convirtió en la primera alcaldesa de París y, con altibajos, ha sabido rentabilizar un puesto que en el pasado sirvió de trampolín, entre otros, a Jacques Chirac, que lo ostentó con orgullo durante 18 años hasta que en 1995 conquistó el Elíseo.

Una trayectoria diferente ha marcado su principal rival, Dati, rostro de la integración de la inmigración magrebí que se dio a conocer en la campaña presidencial de 2007, cuando fue una de las más tenaces portavoces de Nicolas Sarkozy, que le recompensó con el Ministerio de Justicia, convirtiéndose así en la primera ministra de Justicia de origen inmigrante.