Repelega no tolera la llegada de personas que perturben ni enturbien el buen ambiente de este barrio de Portugalete. Ya lo demostraron hace ocho meses cuando la ciudadanía obligó a las okupas de la casa de Vitori, una vecina de 90 años de El Progreso, a abandonar el inmueble tras una concentración ciudadana en la que centenares de personas dejaron claro que Repelega es un lugar tranquilo y que quiere seguir siéndolo. Ocho meses después de aquellos hechos, el barrio volvió a salir a la calle para tratar de que los okupas de una vivienda, esta vez un bajo de la calle Federico Martínez, abandonasen un inmueble propiedad de una entidad bancaria.

Desalojo del piso en la calle Arantza de Repelega

Vecinos de Repelega piden a los ocupas que se vayan

Vecinos de Repelega piden a los ocupas que se vayan

Un vídeo de Pablo Viñas

En esta ocasión, el motivo de la concentración y la presión vecinal para que los okupas dejasen la casa no era, sobre todo, el hecho de entrar a vivir en casa ajena, sino la inseguridad que esas personas generaban en Repelega. La gota que colmó el vaso se derramó el pasado miércoles cuando, presuntamente, uno de los diez jóvenes okupas robó un bolso a una mujer mediante el procedimiento del tirón. Tras la detención del sospechoso la indignación creció y la ciudadanía de Repelega dijo basta. Poco antes de las 22.00 horas del miércoles, decenas de personas se dirigieron hasta las inmediaciones de la vivienda okupada con el propósito de acabar con la okupación. Los vecinos llegaron poco a poco hasta el entorno de la vivienda y la situación obligó a que los antidisturbios de la Ertzaintza y agentes de la Policía Local jarrillera acudiesen al lugar. Finalmente, los jóvenes desalojaron la casa en la que se encontraban bien entrada la noche.

Las imágenes del desalojo en la calle Arantza de Repelega

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Vecinos de Repelega desalojan okupas en la calle Arantza

Una vez se produjo el desalojo de la vivienda, la Ertzaintza estableció un dispositivo especial de vigilancia hasta que los ánimos se apaciguaron y la normalidad volvió a la calle Federico Martínez. El jueves, a media mañana, la Ertzaintza acudió al inmueble para precintar la entrada de la vivienda y, en ese momento, para su sorpresa, los agentes se percataron de que el piso había vuelto a ser okupado por tres jóvenes. Los okupas abandonaron el piso con sus pertenencias y acusando al vecindario, a pleno grito, de "racistas" aunque al finalizar, uno de los desalojados hizo apología del franquismo a modo de despedida.

Desalojo del piso en la calle Arantza de Repelega

Vecinos aplauden con ironía a la policía

Vecinos aplauden con ironía a la policía

Un vídeo de Pablo Viñas

TERCERA OKUPACIÓN

No acabaron ahí las okupaciones en el barrio jarrillero, ya que el jueves por la tarde una pareja con un menor de edad tomaron una vivienda situada en el primer piso del número 11 de la calle Arantza. Un piso de una familia conocida en el barrio que tienen actualmente vacío porque la madre necesita atención constante. Seis furgones de la Ertzaintza acudieron al lugar y alrededor de las 21.00 horas procedieron a cortar la calle para evitar que pudieran producirse incidentes por la presencia de un centenar de vecinos del barrio. Finalmente, sobre las 22.00 horas los agentes convencieron a la familia para que abandonara la vivienda okupada.