BILBAO. El dueño de la finca donde murió Julen, el niño de 2 años que cayó a un pozo en Totalán (Málaga), ha asegurado este martes, tras finalizar el juicio, que la condena será "de por vida", no solo el año que le ha impuesto el juez por homicidio por imprudencia grave tras el acuerdo que alcanzó con los padres.

"Intentaré afrontar la vida lo mejor que pueda", ha dicho a los periodistas a su salida de los juzgados David Serrano, que ha insistido en que "fue un accidente, yo jamás he querido que al niño le pasara nada".

Ha afirmado que ha pedido perdón de corazón a los padres de Julen, José Roselló y Victoria García, con los que ha tenido un acercamiento en los últimos días y ha dicho que se siente aliviado tras finalizar el juicio, pero que lo llevará siempre bajo sus espaldas.

Por su parte, el padre del niño, a preguntas de los periodistas sobre si está satisfecho con la condena, ha dicho que "nunca nos podremos sentir satisfechos" y ha dado las gracias a los medios de comunicación por el apoyo y respeto.

Tras un acuerdo de conformidad, el titular del Juzgado de lo Penal número 9 de Málaga ha dictado sentencia de forma verbal y ha estimado los atenuantes de reconocimiento tardío de los hechos y reparación parcial del daño.

El juez ha acordado una indemnización para cada uno de los padres de 89.529,27 euros y para la Junta de Andalucía por los gastos del rescate del pequeño de 663.982,45 euros.

El magistrado ha acordado la suspensión de la pena de prisión por "no considerarlo peligroso" pero con los requisitos de no cometer delitos en dos años, la obligación de que si cambia de domicilio lo comunique al juzgado y cada tres meses comunicar al juzgado si su situación económica ha mejorado. EFE