BILBAO. La Guardia Urbana tenía "fundadas sospechas" de que el ahora detenía traficaba con diversas sustancias y de que las vendía a personas consumidoras en el centro de Sopela, ha explicado el Consistorio.

Según ha indicado, en los meses anteriores, la Policía Local decomisó varias monodosis de sustancias estupefacientes a consumidores habituales en el entorno de bares ubicados en el centro del municipio, por lo que estableció "vigilancia activa" sobre el arrestado, porque creía que era quien la vendía. El detenido cuenta con diversos antecedentes por asuntos relacionados con sustancias estupefacientes.

Sobre las 18.15 horas de este pasado jueves, los agentes de la Policía Local detectaron la presencia del detenido en las inmediaciones de un bar y le pidieron que les acompañaran a las dependencias policiales, situadas a un centenar de metros.

Mientras se desplazaban andando, el detenido empujó violentamente a uno de los policías, lo que provocó que se golpeara contra la pared de una fachada. El arrestado emprendió la huida a la carrera en dirección a su domicilio, pero otros agentes que habían acudido como apoyo dieron alcance al huido a los pocos metros, aunque se resistió y tuvo que ser reducido.

Una vez trasladado a las dependencias policiales, el detenido fue sometido a un registro y los agentes localizaron escondidas entre sus ropas treinta y seis bolsitas termoselladas, que contenían sustancia en polvo dispuesta para la venta en monodosis y tres placas de hachís. Tras ser detenido, el arrestado fue puesto a disposición de la Ertzaintza, encargada de la elaboración del atestado y su remisión al juzgado.