Esta semana, cientos de estudiantes han salido a la calle para pedir más medidas antiacoso en los colegios y más implicación a raíz del suicidio de Sandra Peña, la joven sevillana víctima de bullying. ¿Le ha llegado el mensaje?
—Una de nuestras prioridades es el bienestar emocional del alumnado y entendemos que el aula, el centro educativo, es uno de los lugares más seguros para nuestro alumnado. Obviamente, nos ha llegado el mensaje y es una buena noticia en el sentido de que la sociedad realmente entienda y colabore en esta causa, porque la educación no acaba en las aulas.
¿Son realmente espacios seguros?
—En estos momentos, en los centros educativos hay más conocimiento y concienciación que nunca sobre el acoso escolar. Se han desarrollado nuevas herramientas y protocolos. Además se han hecho planes formativos integrales para todas las personas responsables de que el alumno se sienta seguro en el entorno escolar, desde los tutores a las direcciones, y la labor de la inspección es fundamental. Los dos últimos años hemos reforzado los equipos BAT (Bullying Aurkako Taldea) que se han profesionalizado en esta tarea. Hay que poner en valor que se ha avanzado mucho en cuanto a la prevención de las conductas suicidas, el acoso y el bienestar emocional del alumnado. Pero cada día se aprenden cosas, es una reflexión que debemos hacer como sociedad y trabajar con las familias. Porque detrás de todo esto hay sufrimiento y debemos ponernos las gafas para identificar esas señales.
Desde que está al frente de Educación no se ofrecen datos sobre bullying. ¿Hay alguna razón?
—Esta misma semana estamos trabajando en la foto, porque es importante que dispongamos de un seguimiento. El año pasado yo misma di un dato importante, y es que hay etapas más sensibles. Por ejemplo, la transición entre Primaria y Secundaria requiere de cierta atención porque ha habido un incremento importante en situaciones de falta de convivencia. Por eso, en esa etapa se han puesto programas específicos como ZIUR, donde especialistas y profesionales de la psicología acompañan a las familias y a los tutores. Los datos son importantes y se han puesto a disposición de la comunidad educativa en todo momento, pero debemos pensar en cómo utilizamos esos datos. Y cómo se gestionan también desde los medios de comunicación las situaciones que vivimos en los centros educativos, que son el reflejo de lo que ocurre en la sociedad. Los datos están para sensibilizar y llegar a conclusiones que nos ayuden a mejorar.
“Una de nuestras prioridades es el bienestar del alumnado y entendemos que los centros son los lugares más seguros”
El modo para poder acercarnos a este tema ha sido la Memoria Fiscal de 2025, que indica 53 casos de bullying han acabado en los juzgados vascos. En su informe, el Ministerio Fiscal asegura que “los protocolos no acaban de funcionar” y que “en la mayoría de los supuestos es la víctima la que termina cambiando de centro escolar”. Son afirmaciones muy duras.
—Lo cierto es que la Inspección Educativa hace una labor muy importante y colabora siempre con la Fiscalía y todas las administraciones que lo requieran. Pero para nosotros es muy importante poner en valor el trabajo que se hace desde los centros educativos. Se detecta más, hay más conocimiento, hay más recursos y por eso afloran más casos. Lo que no se puede hacer es una lectura desenfocada del trabajo que se hace en los centros. Nuestra labor es proteger al alumnado, prevenir situaciones de acoso e identificar señales de sufrimiento. Y le puedo asegurar que en esto están todos los agentes que trabajan en el sistema educativo vasco. Estamos hablando de menores, hay que protegerlos y hay que seguir investigando, hay que seguir identificando, hay que seguir previniendo y, sobre todo, hay que seguir interviniendo allí donde sea necesario.
LAB y Steilas han denunciado que su departamento está instalando cámaras de los centros públicos sin informar ni pedir consentimiento al claustro. ¿El ‘Gran Hermano’ ha llegado a las aulas?
—La covid nos enseñó que debemos estar preparados para la educación presencial, híbrida y a distancia. A finales de 2024 se informó sobre el nuevo kit digital para responder a la brecha digital que se identificó con las direcciones y los propios sindicatos. A esto viene esta propuesta del departamento. En 2024 se preguntó a todos los centros y se acogió con positividad el hecho de que hiciésemos una inversión de ese calibre en un equipamiento con cámara para videoconferencias y fines exclusivamente pedagógicos, siempre que el propio tutor lo necesite. Esta es la situación, esta es la verdad y convertir esto en polémica es ruido, ruido innecesario que no ayuda para nada a los centros educativos. Eso es lo que tenemos, vuelvo a decir, los centros necesitan tranquilidad y esto no ayuda en nada, no es cierto que se va a controlar a nadie. Es un equipo para videoconferencias y para mejorar la brecha digital, lo digo en mayúsculas, convertir esto en polémica no ayuda en nada.
“La cámara del kit digital es para videoconferencias, no para vigilar a nadie, afirmar lo contrario es hacer ruido”
Lo que subyace tras esta rara controversia es el uso ético de la tecnología. La Autoridad Vasca de Protección de Datos les apercibió por el uso de los Chromebook y la plataforma educativa de Google porque vulnera la ley de protección de datos europea. ¿Han encauzado el tema?
—Efectivamente, este es un debate que está a nivel europeo, a nivel estatal y en Euskadi también. Lo que hay que decir a las familias es que sus hijos están protegidos por el uso que hacen de la tecnología en las aulas porque tiene fines pedagógicos. Este mismo trimestre lanzaremos la nueva estrategia digital que, precisamente, va a poner el foco en la necesidad de inculcar el uso ético y responsable de la tecnología. Sobre todo, se pondrá énfasis en la adolescencia y el uso que hacen de las redes sociales fuera de clase. El uso de las pantallas es un tema que preocupa y nos ocupa. Es muy buena noticia que en el centro se hable de ciberacoso, del acceso a la pornografía y de los riesgos sobre un uso irresponsable de las redes que hacen fuera de clase.
Han hecho ya las primeras pruebas de Iradi, una herramienta de software libre cuyos programas y datos se alojarán en servidores del Gobierno vasco como alternativa a Google Workspace of Education. ¿Cuándo se va a generalizar?
—Queríamos pilotar la plataforma en unos pocos centros para garantizar su calidad, porque en los centros están acostrumbrados a plataformas muy intuitivas y de uso muy extendido. Los centros están incorporándose poco a poco al uso de Iradi y en estos presupuestos vamos a hacer una inversión de un millón de euros para su despliegue. Es una buena noticia porque tenemos que ir transitando hacia nuestra propia plataforma y, sobre todo, formando a los docentes que la vayan a utilizar porque muchas veces estamos acostumbrados a una serie de herramientas y cuesta cambiar el modelo. La Agencia Vasca de Protección de Datos, con la que colaboramos sistemáticamente, ha puesto en valor lo que se está haciendo. Es una decisión valiente, pero hacer cambios cuesta porque son cambios culturales y en los centros educativos necesitan tiempo. Es una apuesta firme y estratégica y en unos años veremos unos resultados importantes.
Euskadi es la única comunidad que no ha decidido imponer la prohibición del uso de los móviles en las aulas. Se ha pedido a los centros que lo regulen a través se su propia reflexión interna. ¿Se siente cómoda con esta forma de enfocar el asunto?
—Sí, sobre todo cuando hay expertos en el ámbito de la tecnología educativa que nos han felicitado basándose en evidencias científicas y cuando expertos en pedagogía e informes internacionales dicen que realmente lo importante es formar, instruir y hacer un uso responsable de la tecnología. Los datos son contundentes. Casi el 100% de los centros educativos en Primaria han decidido prohibir el uso de los dispositivos móviles, pero es un proceso que sigue vivo. Lo importante es que sigan formándose, que tengamos conciencia de que utilizar la tecnología es siempre al servicio de la mejora educativa o de cualquier función pedagógica y no un fin en sí mismo.
Dentro de la estrategia de digitalización, pretenden utilizar la IA en un intento de desburocratizar la labor docente.
—El proyecto de desburocratización viene de hace unos años dentro de la reflexión que hacíamos con las direcciones que nos dijeron que necesitaban más espacio para labores educativas y no dedicar tanto tiempo a acciones burocráticas. Lo que queremos es una foto que nos diga exactamente dónde estamos y en qué tenemos que mejorar o qué podemos aligerar desde el punto de vista burocrático. En una segunda fase identificaremos qué tipo de herramientas podemos utilizar para hacer ese tipo de tareas. Y ahí es donde entra la posibilidad de utilizar la IA, tal y como nos están asesorando los expertos. ¿Y esto qué significa? Una oportunidad de poder mejorar, dar más tiempo a los centros para la acción educativa y menos para acciones administrativas. La IA está ya aquí, nos guste o no nos guste, es una herramienta tecnológica. Esto, otra vez, es un proceso vivo en el que cada vez sabemos más dónde están las oportunidades y dónde tienen que estar las limitaciones.
“El marco plurilingüe es objeto de deseo de muchos países, no hay ningún problema con el euskera”
Los resultados de la última Evaluación Diagnóstica reflejan que los estudiantes de Primaria y ESO se han recuperado del pinchazo en Matemáticas, Castellano y Euskera de los últimos años.
—Sí, los primeros datos muestran una clara mejora respecto al 2023 y 2024. Veníamos de la covid y de una etapa muy dura, pusimos los programas de refuerzo y esto se tiene que notar de alguna manera. Pero el avance es gracias a la labor que han hecho los centros educativos y los docentes. Pero yo insisto en que hay que ser ambiciosos, exigentes, prudentes y tenemos que seguir trabajando. Y para eso tenemos el Plan Estratégico de la Escuela Pública Vasca, donde uno de los ejes es trabajar en esa cultura de la evaluación y de la mejora continua. Hace unos meses nos reunimos en el BEC con 600 direcciones, donde pudimos reflexionar precisamente sobre esa dimensión e invitar a las familias a que sean partícipes de esta reflexión.
Me gustaría exponerle un solo dato de esa Evaluación Diagnóstica: el 42% de los estudiantes de 13 y 14 años tiene un nivel inicial de euskera. ¿Hay algún problema con el euskera?
—No hay ningún problema con el euskera porque tenemos datos. Por ejemplo, la brecha de rendimiento entre el alumnado vaso y de origen extranjero se ha ido reduciendo de manera importante los últimos años en euskera. Eso es porque se ha hecho un trabajo tremendo en los centros y porque tenemos nuevas maneras de abordar el aprendizaje del euskera. Obviamente, hay una brecha porque necesitan más tiempo, pero no hay ningún problema con el euskera. El marco plurilingüe de Euskadi es ahora mismo objeto de deseo en muchos países. Hemos tenido un equipo entero del Ministerio de Educación de Singapur analizando nuestro marco y lo he podido explicar en la UNESCO hace tres semanas.
¿Por qué ese interés, cuando en casa hay voces que siempre ven la botella medio vacía?
—Porque la lectura que se hace es precisamente cómo somos capaces de desarrollar un currículum, de avanzar, de tener la tasa de abandono que tenemos y de tener la tasa de educación terciaria que tenemos habiendo preservando nuestra lengua y nuestra cultura. Es una noticia que muchas veces no se explica bien. Por eso hemos ido, hemos explicado, nos han visitado y ahora hay que seguir mejorando, hay que buscar la excelencia. Tenemos una lengua minorizada que hay que cuidar y de la que nos sentimos muy orgullosos. No nos podemos cansar de decir que el ámbito educativo es donde más se euskalduniza. Hablemos en positivo, lancemos mensajes de que el euskera es un elemento de cohesión social para cualquier persona que llega a nuestro país y que vive en nuestro país. El sistema educativo viene a cumplir también esa función de euskaldunizar y de dar oportunidades para que cualquier persona se sienta parte de nuestra cultura .
“No creo que haya ningún agente en la mesa del Pacto contra la Segregación que no esté en clave de mejorar”
¿Qué debemos esperar del Pacto contra la Segregación Escolar?
—Tenemos que esperar un compromiso por parte de todos los agentes que están participando en la mesa y una apuesta clara por parte de la comunidad educativa y por parte del gobierno de pensar cómo queremos transformar el sistema educativo desde el punto de vista de la equidad. Esto significa acceso universal a todo aquel que llegue a nuestro país, a nuestro sistema, y hacerlo dando los recursos que necesiten. Debemos dar más al que más lo necesite para que no se rompa el ascensor social que es la escuela. El sistema educativo del futuro tiene que ser inclusivo y tiene que ser equilibrado.
Parece que ha bajado la vulnerabilidad del alumnado, aunque no ha habido avances en las zonas más pobladas.
—Ya llevamos un par de años implementando medidas que poco a poco nos van enseñando brotes verdes, pero hay que seguir trabajando, hay que implicar a las familias y a los centros educativos. Se tiene que entender que esto es una apuesta de país, que Euskadi es más diverso que nunca, culturalmente hablando, lingüísticamente hablando, que queremos que todas las personas que sean partícipes de nuestra cultura aprendan euskera. Y todo esto lo que nos lleva es a sentarnos en una mesa y a tomar una serie de decisiones conjuntas.
¿Qué sensaciones tiene sobre las reuniones que ha mantenido ya con los agentes educativos? ¿Hay voluntad de pacto?
—No creo que haya ningún agente que no esté en clave de querer mejorar. Disensos también los hay, pero es algo normal cuando se abre una reflexión profunda, donde tenemos diferentes experiencias y procedencias. Pero hay un elemento común, que la educación tiene que ser la mejor que necesita este país. Y para eso hay que sentarse y hablar de recursos, de equilibrar desigualdades, de dar más al que menos tiene. Pero hay que hablar también de que todos aquellos centros educativos que están dentro del sistema se comprometan a que la educación sea de calidad. Tenemos un mandato de ley, tenemos un Pacto Educativo, que es lo que básicamente hemos puesto en esta mesa, no nos confundamos. Y eso lo que significa es poner encima de la mesa temas que tenemos comprometidos.
“Debemos dar más al que menos tiene para que no se rompa el ascensor social que es la escuela”
En el último documento que facilitó a los agentes con los retos y propuestas relativas a la “corresponsabilidad efectiva” de toda la red concertada dice que se va a “estudiar la posibilidad de graduar la financiación pública de los centros concertados” en función del volumen del alumnado vulnerable que escolaricen. Creo que este punto ha causado revuelo.
— Los centros educativos concertados tienen los conciertos y eso es ley. Les dotamos de los recursos que se determinan en función de unos criterios y ahí es donde tienen sus dotaciones docentes, de mantenimiento, de educación especial, que han subido considerablemente en los últimos años. Esto es una parte de la financiación, lo que llamamos el servicio educativo. Pero por otro lado, tenemos una realidad a la que hay que responder y es que cada vez tenemos más alumnado vulnerable que entra al sistema a lo largo del curso y lo estamos haciendo de manera desequilibrada. Corregir esto es uno de los objetivos que persigue el Pacto contra la Segregación. ¿Esto qué significa? Esto significa que está llegando alumnado que necesita refuerzo lingüístico y atención educativa específica, también en los centros concertados, y lo que queremos es dotarles de los recursos que necesitan para ello. Para eso tenemos una partida en los nuevos presupuestos, porque hay que responder con calidad en todo el sistema educativo vasco. Eso es lo que viene a decir esa medida. Lo que queremos hacer es que los centros concertados tengan los recursos necesarios para atender desde el punto de vista lingüístico y emocional a ese alumnado vulnerable más allá del concierto educativo. Es decir, que los centros concertados también dispongan de una ayuda económica para poder atender mejor al alumnado recién llegado.
Venimos de un curso de huelgas en la red pública que finalizó con un acuerdo que calificó de “histórico” que implicaba una inversión extra de 100 millones de euros en mejoras. ¿En qué se está sustanciando?
— Aprobaremos los presupuestos próximamente y ahí veremos una mejora importante de la financiación con un incremento de orientadores para la gestión del bienestar emocional, más personal para atender mejor a la diversidad, acompañar los proyectos lingüísticos y ayudar al alumnado recién llegado, con una matrícula viva de récord. En un contexto de bajada demográfica, lo que estamos haciendo es diversificar los recursos para atender mejor a nuestro alumnado. Hoy en día tenemos retos muy claros. Uno de ellos es mejorar resultados.
¿Por qué van a evaluar a las direcciones?
— El primer factor del éxito educativo son los docentes y el segundo las direcciones. Es muy importante que tengamos buenos líderes con una visión pedagógica rigurosa que tomen decisiones con la comunidad educativa para buscar el éxito educativo del alumnado. Hay normativa que ya rige que las evaluaciones. ¿Qué hemos hecho en Euskadi? Crear nuestro propio marco para evaluar a los equipos directivos, lo que llamamos evaluaciones formativas. ¿Esto qué significa? Hay que hacer un seguimiento y ver el grado de cumplimiento de los proyectos de dirección que presentan cuando acceden a la función directiva. Es un proceso riguroso de la mano de Inspección Educativa que se acompaña con mentorías por parte de otros iguales. Esta propuesta está siendo muy mirada por otras comunidades autónomas. Yo presenté este proyecto hace tres semanas en la OCDE en París y fue acogida con mucho interés. Eso significa que Euskadi poco a poco va cogiendo referencialidad en algunos ámbitos y esto incide luego en la mejora de resultados y en la mejora del sistema educativo vasco en su conjunto. Acompañar a los docentes es primordial y evaluar de manera rigurosa a los equipos directivos también lo es.
El Ministerio estudia ampliar el grado de Magisterio a cinco años y una prueba de acceso específica. ¿Es necesario revisarla carrera?
— Este debate lleva abierto más de diez años en la Conferencia de Decanos de Educación. Hace cuatro años el Ministerio de Educación y Formación Profesional aprobó una propuesta específica con más de 40 medidas que se tenían que tomar. Euskadi ha ido haciendo su propia agenda. Me gustaría poner énfasis en la necesidad de ampliar de uno de dos años el máster profesionalizante para Educación Secundaria y Formación Profesional y revisar su currículum. Yo misma hablé con la ministra el año pasado de este ámbito y le pedí acelerar este tipo de propuestas. Que un especialista en Matemáticas o en Lengua Castellana pueda desarrollar competencias docentes es importante, se tiene que hacer con muchísimo rigor y hay que darle tiempo. Es muy importante el tiempo que pasan en las prácticas y ahí puede haber puntos de mejora. Yo pienso que la formación es buena, pero siempre hay margen de mejora.
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