El Departamento de Salud y Osakidetza han puesto en marcha un estudio que convierte a Euskadi en la primera comunidad del Estado en implantar un proyecto piloto de cribado para la detección precoz de la diabetes tipo 1 autoinmune en población pediátrica general.
La iniciativa, bajo el nombre de 'Screend1A', alcanza a más de 6.000 personas e incluye a población pediátrica general y a familiares de primer grado de personas con diabetes tipo 1.
Según ha destacado el Departamento en una nota, el objetivo es detectar la enfermedad antes de la aparición de los primeros síntomas clínicos, lo que permitirá actuar de manera "anticipada, mejorar el pronóstico y facilitar una correcta educación y preparación para familias y pacientes".
El cribado busca intervenir en una fase temprana, cuando aún se conservan reservas de las células pancreáticas productoras de insulina, lo que podría permitir aplicar nuevas terapias y mejorar la evolución de la enfermedad.
Además, se estima que esta detección anticipada reduciría "de forma significativa" la necesidad de atención urgente y hospitalizaciones, al evitar un debut clínico grave. También facilitaría un mejor control glucémico.
El estudio se estructura en dos líneas de actuación. Una de ellas incluye un diseño prospectivo en población pediátrica general, el primero de este tipo en el Estado, que alcanzará a 4.000 niños de entre 3 y 13 años. La toma de muestras se realiza durante las revisiones pediátricas en centros de salud de Bizkaia, Gipuzkoa y Álava.
La segunda línea contempla un enfoque prospectivo y retrospectivo en familiares de primer grado de pacientes con diabetes tipo 1, tanto adultos como menores. Esta parte del estudio, con 2.000 participantes previstos, se lleva a cabo en consultas de Endocrinología Pediátrica y Endocrinología y Nutrición, en hospitales de los tres territorios.
Terapias emergentes
Una vez recogidas las conclusiones, Osakidetza valorará la posible escalabilidad de la estrategia, que podría implantarse como nuevo cribado en el sistema sanitario y abrir la puerta a terapias emergentes en fases muy iniciales de la enfermedad.
"El estudio permitirá validar la técnica de cribado y ampliar la población que podría beneficiarse. Asimismo, posibilita el diagnóstico en fases iniciales, cuando aún existe margen para intervenir con tratamientos que cambien el curso de la enfermedad", ha explicado Luis Castaño, pediatra endocrinólogo en el Hospital Universitario de Cruces.