En la actualidad, los consumidores son cada vez más exigentes y se preocupan por el origen de los alimentos que consumen. En el caso de los productos lácteos, la certificación de bienestar animal se ha convertido en un factor clave a la hora de tomar una decisión de compra.
Doble certificación
Ejemplo de ello es Lacturale, una empresa referente en Navarra y la CAPV en el sector industrial lácteo que cuenta con doble certificación de bienestar animal y que busca ir más allá, optando por obtener una tercera. Su filosofía se basa en la idea de que, al igual que las personas son más productivas cuando están felices, las vacas también producen leche de mejor calidad cuando se encuentran en un entorno favorable.
Las vacas también producen leche de mejor calidad cuando se encuentran en un entorno favorable
Para Juanma Garro, presidente de Lacturale, estas certificaciones no solo representan un reconocimiento a las buenas prácticas ganaderas, sino que también implican un compromiso con la ética y la calidad.
"Para mí, el sello es lo que más garantiza que esto que os estoy contando es verdad", afirma Garro durante la entrevista realizada por Grupo Noticias con motivo del Día Mundial de la Leche.
Asimismo, el presidente de Lacturale explica que para ellos es una prioridad tener “felices a las vacas” debido a que “cuánto mejor están, mejor producto tenemos”.
Optar por leche de vacas felices no solo significa consumir un producto de mayor calidad, sino también apoyar prácticas ganaderas éticas y sostenibles. Las vacas criadas en libertad tienen un menor impacto medioambiental, ya que requieren menos recursos y generan menos residuos.
La tendencia hacia el consumo de leche de vacas felices es un paso adelante en la búsqueda de una industria láctea más responsable y sostenible. Cada vez son más las empresas que se suman a esta filosofía, ofreciendo a los consumidores productos de alta calidad que a la vez respetan el bienestar animal y el medio ambiente.
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