La lucha contra la violencia machista ha unido a todas las instituciones de Euskadi en el III Acuerdo para la mejora de la atención de mujeres víctimas de violencia machista, cuya firma institucional será ratificada el próximo 19 de enero en un acto presidido por el Lehendakari, Iñigo Urkullu. El nuevo acuerdo que revalida los dos anteriores se centra en la detección precoz de los casos y amplía el reconocimiento como víctimas también a los hijos y a otras personas del entorno.

La presentación de este acuerdo viene precedida de un final de año 2022 y un inicio de 2023 sacudido por la lacra machista.

La consejera de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales, Beatriz Artolazabal, informó ayer al Consejo de Gobierno Vasco, en su primera reunión de 2023, de este nuevo acuerdo que se aprobó el pasado 20 de diciembre en la comisión de seguimiento del acuerdo, reunida en Emakunde, y será ratificado con una firma institucional presidida por el Lehendakari, Iñigo Urkullu, el próximo 19 de diciembre en un acto que se celebrará en Lehendakaritza.

El acuerdo se suscribió inicialmente en 2001, se actualizó en 2009, y tiene como fin la coordinación entre las instituciones implicadas en la atención a las víctimas de maltrato y agresiones sexuales, de modo que se les garantice una protección integral sanitaria, policial, judicial y social.

Artolazabal que recordó a Rebeca Huayta, muerta a manos de su pareja en Bilbao a finales de 2022, y a todas las víctimas de violencia machista, dijo que este tercer acuerdo va a suponer, según precisó Artolazabal, “un paso importante en uno de sus grandes objetivos: poner las necesidades de las víctimas en el centro”.

La consejera, que compareció en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno junto al portavoz del Ejecutivo Vasco, Bingen Zupiria, señaló que ha habido “cambios legislativos de gran relevancia que hacen necesario actualizar los contenidos del acuerdo y revisar los protocolos y otro tipo de instrumentos para la coordinación: Convenio de Estambul, Ley de protección de infancia y adolescencia, Pacto de Estado contra la Violencia de género, Ley de garantía de Libertad sexual, Ley para la Igualdad de Mujeres y Hombres y vidas libres de violencia machista contra las mujeres.

También a los “cambios sociales” que han supuesto que “algunas formas de violencia adquieran mayor protagonismo, así como que emerjan nuevas formas de violencia machista contra las mujeres, como, por ejemplo, las surgidas en un contexto de relaciones sociales mayoritarias a través de Internet, redes sociales, dispositivos móviles o, por ejemplo, formas de violencia que han adquirido mayor visibilidad como agresiones en grupo o el uso de la llamada sumisión química. En opinión de Beatriz Artolazabal, todos estos cambios, tanto normativos como sociales, obligan a actualizar el pacto. En este sentido, destacó que el III Acuerdo “va a suponer un paso importante hacia una atención más integral y más personalizada de las víctimas y evitar su revictimización”.

Entre los avances, se tomarán como referencia a todas las formas de violencia machista, no solo violencia de pareja o expareja, intrafamiliar y violencia sexual, y el reconocimiento como víctimas a las mujeres, sus hijas e hijos y otras personas del entorno, en coherencia con el nuevo contexto normativo. Otro de los avances tiene que ver con la detección precoz de los casos, ya que el acuerdo promueve la proactividad de todas las instituciones de todos los ámbitos y sistemas, y amplía los compromisos de las instituciones firmantes en relación con la formación de los profesionales que atienden a las mujeres víctimas.

Respecto al nuevo protocolo que prepara el Gobierno estatal para alertar a las mujeres en el caso de que convivan con parejas con antecedentes de violencia de género, “sin atacar el derecho a la intimidad de las personas” la consejera de Igualdad cree que es necesario analizar “el respaldo jurídico”.