La curva al alza de contagios es una realidad desde hace varias semanas. Entre el 2 y el 8 de mayo se diagnosticaron en Euskadi 6.411 infecciones, casi un millar más que la semana precedente. De hecho, en cinco de los días se detectaron más de mil contagios diarios, con positividades que llegaron a rozar el 28%. Y si no fuera porque los hospitales están resistiendo, con esta explosión de casos, se estaría ya hablando de una séptima ola de covid.

Los expertos ya han alertado de esta posibilidad y de un “repunte importante de contagios”. El aumento de las ventas de los test de antígenos indica que la circulación del virus va en aumento. Sin embargo, tras la aplicación del nuevo sistema de vigilancia del pasado 23 de marzo, solo se notifican los casos de mayores de 60 años, además de los indicadores de capacidad hospitalaria y los fallecimientos.

Goteo constante

Con un goteo constante de infecciones, las cosas no van bien, pero la red hospitalaria aguanta el tirón. Del 2 al 8 de mayo ha habido 310 personas ingresadas tras haber contraído el virus, un ligero descenso respecto a las 316 de la semana anterior. Sin embargo, es el segundo dato más alto en los últimos tres meses.

Las camas ocupadas en UCI por enfermos graves también resisten y el domingo había ocho, tres menos que una semana antes. Por contra, tampoco es favorable el número de ingresos diarios, ya que el domingo tuvieron que ser hospitalizadas 37 personas con coronavirus, 12 más que el domingo anterior.

Así las cosas, la pandemia en Euskadi continúa encadenando una racha de datos muy negativa y se encuentra con una incidencia por encima de los 500 casos desde el pasado miércoles día cuatro (507). Pero es que este domingo pasado este indicador ya situaba en 541, y suponía casi el doble (1.040) entre los mayores de 60 años.

Los tres territorios vascos superan ese umbral de elevada transmisión con 633 casos en Araba, 527 en Bizkaia, y 511 en Gipuzkoa. En las capitales, Gasteiz concentra una tasa de 678, Bilbao de 597 y Donostia de 514.21 fallecidos

En la estadística más trágica, las muertes semanales tampoco dan un respiro y han vuelto a aumentar, hasta 21, cuatro más que la semana anterior. El total de fallecidos durante la pandemia se cifra en 6.715 (incluidos los fallecimientos de personas con test positivas en los dos meses anteriores).

Y la tendencia no es optimista. Desde hace 18 días el número reproductivo básico está por encima de 1, es decir, un enfermo de covid llega a contagiar a otra persona. El domingo se hallaba en 1,06, lo que supone una cierta rebaja respecto a los anteriores días, ya que el R0 llegó a estar en 1,13. Araba tiene la mayor transmisión, con un 1,1, pero con cierta mejoría (el jueves pasado llegó a 1,3) mientras que Bizkaia y Gipuzkoa comparten 1,05.

Esta vez son los ciudadanos de mayor edad los más afectados. Superan los 1.000 casos en 14 días por cada 100.000 habitantes los septuagenarios (1.156), los octogenarios tienen 1.103 y los mayores de 90 años, 1.092. Entre los menores de 60 años, las tasas oscilan entre los 101 casos de 10 a 19 años y los 447 en los treintañeros.