La lluvia obligó a cambiar el inicio de la segunda jornada del Nafarroa Oinez en Estella-Lizarra. Un arranque muy tímido donde los visitantes iban llegando inicialmente con cuentagotas y que, poco a poco, fue animando la llegada de participantes a la ciudad. A primeras horas se decidió trasladar los actos oficiales de los jardines al interior del centro cultural Los Llanos. Una presentación que sirvió para que, después de dos años de espera, se oficializara la fiesta y también la entrega del testigo -la tradicional escultura de Joxe Ulibarrena-, a los representantes del centro Garcés de los Fayos Ikastola, de Tafalla. Un acto que, eso sí, contó con un aforo reducido por respetar las medidas sanitarias. No podía faltar la representación en el escenario de los componentes del resto de las 14 ikastolas de Nafarroa que desfilaron desde Lizarra Ikastola hasta el centro cultural en una breve kalejira que fue también el resumen de la fiesta "en pequeño formato" que se deseaba, tanto desde el punto de vista sanitario como por el temor a que una mayor afluencia desbordara la organización.

Con esta tranquilidad comenzó el acto de Ongi etorri por parte del director de Lizarra Ikastola, Joseba Tristán y la profesora Inma Lopetegi. Tras un aurresku de Aitor Parrondo acompañado del txistulari Xabi Bilbao, Unai Gardoki, presidente de Lizarra Ikastola, presentó el trabajo realizado por los voluntarios y voluntarias de Lizarra Ikastola: "Ahí está el trabajo del Oinez que vuelve a demostrar la personalidad de las ikastolas".

La ceremonia contó con el alcalde de Estella-Lizarra, Koldo Leoz, quien destacó la presencia del euskera desde la fundación de la ciudad y se centró en las personas que durante estas últimas décadas han contribuido a que exista Lizarra Ikastola. La representación del Gobierno de Nafarroa corrió a cargo de José María Aierdi, vicepresidente segundo y consejero de Ordenación del Territorio, Vivienda, Paisaje y Proyectos Estratégicos, a la que se unió la presencia de Unai Hualde, presidente del Parlamento de Nafarroa. También acudieron representantes culturales de Euskaltzaindia, Eusko Ikaskuntza, Euskalgintzaren Kontseilua, Topagunea, AEK, IKA, Errigora, Euskal Herrian Euskaraz y Orreaga Fundazioa.

El mismo espíritu

Los chubascos no lograron desanimar la celebración; aunque algunos actos planeados para hacerse al aire libre fueron trasladados a interiores, el tiempo aguantó y los conciertos planeados para ayer domingo pudieron celebrarse según lo previsto. Los grupos Zaunka, Onki Xin, Skama la rede y Raimundo el canastero tocaron en la plaza de toros de Estella-Lizarra y aunque al principio el lugar parecía bastante vacío, la gente fue llegando poco a poco conforme el primer concierto comenzaba y la música subía también de intensidad.

Garazi Loiarte y María Escudero, dos amigas de Goizueta que se acercaron para ver tocar a sus amigos de Onki Xin, formaron parte de esa gente joven que acudió a los conciertos de este Nafarroa Oinez tan diferente a todos los anteriores. "Esta edición es especial, diferente, pero se han adaptado muy bien a esta situación", comentó Garazi. "Hemos echado en falta a los jóvenes; hay más ambiente familiar, pero seguramente será porque el sábado los jóvenes salieron", contó la pareja de amigas.

Izar Etxeberria, de la ikastolade Estella-Lizarra, comentó el gran trabajo que se había llevado a cabo a la hora de organizar esta edición 2021: "Yo personalmente no, pero se ha visto que la gente ha trabajado sin parar para conseguir esto". Además, añadió que con el reciente cambio de medidas sanitarias, se había "movido" todo y las cosas habían estado muy "en el aire" hasta el último momento.