El campus de Leioa de la UPV/EHU pasó , al menos hasta primeras horas de la noche, una jornada tranquila, sin rastro del botellón anunciado. La única novedad fue que, en previsión de posibles incidentes, los autobuses de Bizkaibus dejaron y recogieron a sus viajeros, alumnos y profesores, fuera del campus, en el aparcamiento del polideportivo. Allí estuvieron durante todo el día tres furgonetas de la Ertzaintza como prevención. Dicho macrobotellón se había convocado a través de las redes sociales. Al tener conocimiento de dicha convocatoria, el equipo rectoral envió 32.000 correos electrónicos a toda la comunidad universitaria invitando a su no celebraciónno celebración.