Cientos de personas se movilizaron ayer domingo en las tres capitales de la CAV para denunciar que "nadie es ilegal" y reclamar "vías seguras y legales" que eviten que el mar Mediterráneo sea una "fosa común". Asimismo, reclamaron que la pandemia no se convierta en "un motivo más para justificar la militarización de las fronteras". Bajo el lema Seamos refugio: vías seguras y legales ya, diferentes organizaciones sociales desarrollaron movilizaciones con motivo del Día mundial de las personas refugiadas.

En el caso de Donostia, la marcha arrancó al mediodía desde el Aquarium, mientras que en Gasteiz lo hizo desde la plaza de la Virgen Blanca. En lo que respecta a Bilbao, más de medio centenar de personas se congregaron en un ambiente festivo en la plaza del Teatro Arriaga con pancartas en las que se podía leer Seamos refugio, vías seguras, y banderas de Ongi Etorri Errefuxiatuak.

Con la movilización, los organizadores quisieron denunciar las políticas migratorias que convierten el mar Mediterráneo en una "fosa común" y denunciaron además que la pandemia del covid-19 ha provocado "no solo un aumento de la pobreza, el racismo y la xenofobia, sino el recrudecimiento de las políticas de cierre y militarización de las fronteras". En este sentido, advirtieron de que "para que no se repitan las situaciones vividas en Canarias, hacen falta políticas migratorias con otra mirada, planificadas y coordinadas".

Según denunciaron, "la peligrosidad de los tránsitos irregulares hace el viaje para muchas de ellas aún más peligroso, exponiéndolas a las redes de tráfico y de trata con fines de explotación sexual". "A falta de vías legales y seguras, las mujeres asumen mucha violencia sobre sus cuerpos, que se convierten en peaje para poder avanzar", indicaron para añadir que el Mediterráneo sigue siendo una de las fronteras "más mortíferas del mundo".

Tal y como señalaron, debido al control que la UE ejerce en las fronteras del norte de África, se ha reactivado "la ruta más peligrosa", de tal forma que el pasado año uno de cada cuatro personas que llegó por vía marítima a Europa lo hizo a través de Canarias. "El recuento de personas fallecidas ya alcanza las 850. Muchas de quienes sí consiguieron llegar al Archipiélago han permanecido en condiciones de extrema precariedad durante meses. Sólo en semanas recientes se han empezado a agilizar los traslados a la península", añadieron.

Por último, incidieron en que debido a la política sistemática de denegación del asilo y a la situación social y laboral, el paso de Euskadi a Francia se ha convertido en "una opción para migrantes y solicitantes de asilo, que deciden seguir su ruta hacia el norte para cumplir su proyecto migratorio en otros países de Europa".