La evolución de la pandemia en Euskadi amenaza con un cambio de tendencia en negativo tras detectarse el domingo 246 nuevos contagios. Con cuatro días consecutivos de ligeras subidas, remonta la incidencia acumulada con 202 casos por cien mil habitantes. El empeoramiento está fundamentalmente lastrado por Araba (212,29) y Bizkaia (206,78), que superan la media, mientras que Gipuzkoa mantiene 181,97. Se rompe así una racha de cinco semanas de descenso. Uno de los principales indicadores de la pandemia, el índice RO, que muestra a cuántas personas puede infectar un enfermo de covid rebasa de nuevo la barrera de 1, y ya lleva cuatro días por encima de este dígito, considerado decisivo para frenar la expansión del virus, lo que puede indicar que las infecciones crecerán en los próximos días.

Además el porcentaje de positivos registrado la semana pasada (del 8 al 14) ha subido al 4,4% frente al 4,1% de los siete días precedentes (1-7 de marzo). Este incierto panorama epidemiológico se deja notar en algunos municipios que regresan a la zona roja. Beasain se incorpora a la zona de máximo riesgo donde también figuran ayuntamientos de más de 5.000 habitantes como Derio y Ermua en Bizkaia o Lazkao y Beasain en Gipuzkoa.

Los malos datos llegan tras el fin del confinamiento municipal y territorial que entró en vigor el pasado martes y con un fin de semana, donde las ganas de salir se han reflejado en un incremento de la movilidad en un 26%, según datos de Tráfico.

Momento crítico

Así las cosas, la consejera de Salud, Gotzone Sagardui, instó el lunes a la prudencia" y a cumplir con las medidas de contención porque se está "en un momento crítico en el que se debe ser capaces de que vuelva a descender la evolución de los contagios". "La tasa de 200 no es un objetivo, el objetivo es bajar de 60", subrayó. "Que se haya permitido mayor movilidad no quiere decir que no tengamos que no tengamos que mantenernos alerta", insistió . En este sentido, recordó que Euskadi viene de "una tendencia descendente de la contagiosidad" pero en los últimos días está instalada en una meseta, fruto de la ralentización del descenso de contagios.

Porque en los hospitales la curva también se mantiene estancada aunque la presión de los pacientes covid se haya aligerado levemente con respecto al sábado al haber 333 enfermos ingresados, doce menos que la víspera. Este domingo había 236 personas en planta (12 menos) y 97 en las Unidades de Cuidados Intensivos. Sagardui advirtió de que los entre 30 y 40 pacientes que ingresan cada día suponen, "a siete o diez días, entre tres y cuatro ingresos más en UCI".