Confío en que se haya tomado conciencia de que el comercio es un sector que se conjuga en plural y no en singular, porque engloba subsectores muy distintos entre sí que han reaccionado de forma diferente en esta pandemia.

Tras un primer semestre ciertamente negativo para subsectores no considerados actividad esencial, el verano se presentó con cierto optimismo. Sin embargo, octubre y noviembre incrementaron la preocupación en los subsectores más expuestos (textil, calzado, floristería, centros de actividad física, complementos€). En noviembre se encendieron las alarmas tras un balance negativo de resultados y, muy particularmente, cuando los datos de subsectores como el del equipamiento de la persona presentaron descensos de entre el 25% y el 40% sobre 2019.

En cuanto a diciembre, cabe subrayar que, si bien entre el 35% y el 40% no se ha visto afectado (alimentación, equipamiento del hogar, nuevas tecnologías€), el 60% o 65% ha consignado descensos en ventas de entre el 20% y el 80%. En este punto, debemos reconocer el gran esfuerzo realizado desde las instituciones (Gobierno vasco, Diputación y Ayuntamientos), que han lanzado campañas de bonos de compra que de alguna manera están permitiendo paliar la evolución negativa de las ventas.

Sin duda, esta pandemia va a dejar importantes secuelas en el plano humano, emocional y económico, pero también ventanas de oportunidad, retos de futuro.

En este sentido, el covid-19 ha acelerado algunos aspectos que estaban presentes, pero que quizás no se percibían tan urgentes, como son el consumo responsable o la transformación digital, que especialmente se han convertido en prioritarios.

Secretario General de CECOBI