- “No tener casa mata”. La iniciativa promovida por Cáritas, Faciam (Federación de Asociaciones y Centros de Ayuda a Marginados), XaPSLL (Xarxa d’Atenció a Persones Sense Llar de Barcelona) y besteBI (Plataforma por la Exclusión Residencial y a favor de las Personas Sin Hogar de Bilbao) reclama estos días una vivienda para las personas sin hogar.

“La vivienda es un derecho humano, necesario para preservar la dignidad de todas las personas. Las circunstancias sobrevenidas a raíz de la pandemia mundial provocada por el covid nos han resituado en un nuevo mapa histórico en el que emerge una sociedad mucho más frágil y vulnerable”, destaca la campaña. Alerta de que en el actual contexto “las personas sin hogar están más expuestas al virus, al no poder resguardarse bajo un techo y sufriendo mayores consecuencias del desempleo”.

El director de Cáritas Bizkaia, Carlos Bargos, señala que “desde los inicios en la época de confinamiento en Caritas Bizkaia hemos sido testigos de los efectos directos en el grupo de personas sin hogar. Fue necesario readaptar los dispositivos habituales de la red de servicios sociales que ya venía atendiendo una media diaria de 725 personas sin hogar, el 9% de ellas mujeres”.

El último recuento bianual hecho público se realizó en 2018 y situaba en 435 el número de personas, el 6% mujeres, que duermen en las calles de la Comunidad Autónoma Vasca y en 2.000, las que no tenían hogar. “Comenzamos a constatar un agravamiento en las situaciones de necesidad de las personas que, estando en procesos de inclusión, habían visto mejorada considerablemente su situación de acceso a alojamientos dignos y seguros, y se ven ahora en la obligación de volver a circuitos de calle y precariedad” explica Bargos.

La consecuencia es que “esta situación augura un incremento general de los niveles de pobreza y desigualdades sociales, superando probablemente a los de la crisis de 2008, emergiendo una realidad mucho más frágil y vulnerable para toda la sociedad, y por consiguiente un agravamiento de las situaciones de exclusión ya existentes”.

Cáritas Bizkaia conoce de primera mano estas situaciones de precariedad extrema gracias al trabajo que desarrolla en el territorio, en el que en 2019 llegó a atender a 1.832 personas sin hogar, un 14% mujeres. “Conscientes de esta realidad, lanzamos en red esta campaña sobre la realidad de las personas sin hogar con el lema No tener casa mata, reclamando la responsabilidad de la sociedad en la construcción de un modelo de sociedad cohesionado e inclusivo para toda la población, avanzando hacia una sociedad de los cuidados en la que recuperemos como valor principal la solidaridad y la justicia”.

Bargos subraya a la administración pública que “la vivienda es la primera barrera de protección para preservar la salud, la vida y la dignidad”.