La falta de rastreadores, la escasez de personal sanitario y la ausencia de un análisis sociológico para hacer frente al coronavirus son factores que han vuelto a convertir a la Comunidad de Madrid en el epicentro de la pandemia, según señalan expertos consultados por Efe.

Desde julio los casos positivos se han incrementado en la Comunidad de Madrid de forma acelerada por semanas: 8.323 notificados en julio, 52.753 en agosto y 68.313 en septiembre, hasta alcanzar los 219.592 contagios desde el inicio de la pandemia, según el informe epidemiológico de la Consejería de Sanidad.

Los nuevos casos de contagio de la Comunidad de Madrid suponen cerca de un cuarto del conjunto del Estado español, según datos del Ministerio de Sanidad, que además sitúa a la región como la que más muertes ha registrado en la última semana con 150, seguida por Andalucía (54), Castilla y León (51) y Aragón (39).

Los inicios de la segunda ola comenzaron a notarse en agosto y la presión asistencial empezó a trasladarse a los hospitales. Si bien Madrid tenía a finales de julio 169 ingresados por covid-19, esa cifra se elevó a los 1.832 en agosto y hasta los 3.259 este viernes.

Algo similar ha ocurrido en las camas de enfermos críticos, que han pasado de ser 32 a finales de julio, a 211 en agosto, para llegar hasta las 453 actuales.

El Ministerio de Sanidad sitúa en el 25,43% el total de porcentaje de camas de hospital ocupadas por pacientes de covid en la Comunidad de Madrid y en un 40,12 % las de UCI, las cifras más altas de todo el Estado. ¿Qué ha pasado para que la región madrileña vuelva a ser el epicentro de la pandemia?

FALTA DE PREVISIÓN AL TOMAR DECISIONES Y RASTREOS

"La falta de acción y de decisiones ha dejado al azar la situación", comenta a Efe José Manuel Bautista, epidemiólogo y catedrático de Bioquímica y Biología Molecular de Universidad la Complutense, quien considera que deberían haberse tomado medidas antes de manera coordinada en todo el país "en lugar de quedarse esperando a ver cómo evoluciona la pandemia".

En el caso de la Comunidad de Madrid, opina que "no se han puesto a punto sistemas analíticos eficaces y de trazabilidad sistemática y eficiente de los contagios desde que finalizó el periodo de alarma; ni se han generado estructuras de atención primaria inmediata y rápida para contener" la propagación del coronavirus.

"Tampoco se ha contado con los medios analíticos ni humanos de los centros de investigación y universidades de la región", ha añadido.

Según Bautista, "habría que haber iniciado el rastreo el día inmediatamente después de salir del periodo de alarma, cuando apenas había casos activos".

En la actualidad, cree que "podría ser de mucha ayuda sistemas analíticos que permitan una identificación inmediata y rápida de los contagios, como controles semanales en centros de educación y residencias de mayores o de empresas mediante sistemas de 'pooling' de muestras en saliva con métodos rápidos y sensibles que pueden ser relativamente económicos".

ESCASEZ DE PERSONAL SANITARIO

La portavoz de Sanidad de CC.OO. de Madrid, Marisol Castro, ha dicho que ya advirtieron de la necesidad de rastreadores que hicieran "un control de la expansión del virus o se iba a ir de las manos, y eso es lo que ha pasado".

"No llegamos a los estándares que recomiendan las autoridades internacionales", ha lamentado Castro, quien ha subrayado que deberían haberse contratado durante estos tres últimos meses los rastreadores necesarios.

Además, el portavoz de Sanidad de UGT de Madrid, Julián Ordóñez, denuncia que "no hay suficientes profesionales sanitarios, cada vez la falta de recursos es más alarmante y sigue habiendo bajas o aislamientos".

"Las camas precovid están en torno a las quinientas y pico y las habilitadas por la pandemia en torno a las 1.500", ha comentado.

La segunda ola ha llegado con recursos humanos insuficientes "para llevar ese número de camas extra" y ha cogido a las plantillas "agotadas", con la primera oleada todavía reciente, señala.

Por su parte, desde CC.OO. han denunciado que aún quedan 2.500 plazas de sanitarios que no se han cubierto de las 10.000 renovaciones que se hicieron para hacer frente a la pandemia, de muchos profesionales que han renunciado a volver a trabajar a la región por la temporalidad que ofrece la Comunidad de Madrid.

AUSENCIA DE UN ANÁLISIS SOCIOLÓGICO

Además de la ausencia de medidas preventivas, los expertos apuntan a las características sociales y culturales como elementos condicionantes en el aumento exponencial de los casos, pero también al "marco espacial en el que nos movemos", como apunta a Efe Juan Carlos Jiménez, profesor de Sociología de la Universidad CEU San Pablo.

Las ciudades, las concentraciones urbanas y los barrios más populosos como los de Madrid están siendo más castigados por el coronavirus porque "es inevitable que el contacto social sea mayor".

Más allá de la "inacción" y la "falta de análisis científico de la situación", el experto apunta a la necesidad de haber tenido en cuenta "una dimensión sociológica que permitiera evaluar mejor cómo iba a comportarse la gente en determinados momentos", como tras la primera ola del coronavirus.

Según Jiménez, las decisiones para frenar la expansión del virus "deben estar adaptadas a la situación cultural y social de las personas a las que se dirigen".

"Las ciencias sociales permitirían que las decisiones políticas que hay que tomar estuvieran más matizadas y focalizadas y tuvieran mejor efecto", ha subrayado.

MADRID DEFIENDE SU CAPACIDAD Y CONFINA ÁREAS

Desde que se inició la segunda ola, la Comunidad de Madrid ha defendido su capacidad diagnóstica, actualmente de 150.000 PCR semanales y ha realizado test masivos en las áreas más afectadas, lo que no ha impedido tener que acometer confinamientos perimetrales en 45 puntos de la región al no frenarse el virus.

Madrid, que mejorará las retribuciones de sus médicos y se compromete a alcanzar los 1.500 rastreadores, defiende asimismo que la situación es mejor que en agosto, pues ahora cada paciente contagia a 1,08 personas y en agosto este número reproductivo era mayor. Además, defiende que a día de hoy se diagnostica el 85% de los casos mientras que en el pico de la pandemia se detecta el 20%.

Estas magnitudes, junto a la capacidad hospitalaria son los motivos a los que alude la región para no confinar al completo la capital, como reclama el Ministerio de Sanidad.