Toalla, bañador, protección solar, móvil, llaves y... ¡mascarilla! Da lo mismo que se vaya a estar al aire libre o que la distancia de seguridad esté garantizada. Desde el jueves los dispositivos de protección facial frente al covid-19 no pueden faltar en ninguna mochila o capazo a la hora de ir a la playa en Euskadi. Y es que, en playas y piscinas, es obligatorio llevarla puesta en los paseos y desplazamientos por los arenales. No obstante, una vez ya asentados en la toalla se podrá prescindir de ella, al igual que para darse un chapuzón en la mar.

Una medida que resulta “acertada” para la mayoría de los usuarios del arenal getxotarra de Ereaga con los que habló ayer este periódico, que consideran imprescindible ponerle freno a la expansión del coronavirus. “Todo esto pasa porque nos dan la mano y cogemos el brazo”, resumió el bilbaino Iñaki Ordeñana. En su opinión, era algo que “se veía venir” dado que en las últimas semanas se veía a mucha gente por la calle “sin mascarilla”. Ataviado con su correspondiente protector, Ordeñana se alejó hasta una esquina de la playa para fumar mientras observaba en un cartel las recomendaciones institucionales frente al virus. Precisamente, cuestionado sobre el tabaco en la vía pública y su incompatibilidad con llevar la mascarilla puesta se mostró sorprendido: “¿Tampoco se puede fumar? Pues lo haré en casa. No hay problema, para tres o cuatro cigarros que fumo al día...”, zanjó apagando la colilla en una de las papeleras y encaminándose hacia el mar para disfrutar del “primer baño de la temporada”.

Igualmente comprensivo se mostró el barakaldarra Ignacio Acimas quien acudió a dar un paseo por la playa con su mascarilla. “Me parece bien la medida”, expuso. “Lo único es que a este paso se nos va a quedar la marca de sol de la mascarilla en la cara”, bromeó.

Comprensión con la medida

En este sentido, hay personas a las que las restricciones impuestas por el Gobierno vasco les ha pillado de vacaciones en Euskadi. Este fue el caso de los toledanos Elena y Jaime. “No sabíamos nada, pero nosotros siempre vamos a la calle con mascarilla”, indicaron mientras disfrutaban de un paseo desde Ereaga hasta el Puerto Viejo de Algorta. También se mostraron comprensivos con la nueva normativa. “Es entendible que también apliquen el uso de la mascarilla en las playas”, indicaron. En su caso, han aprovechado este julio para realizar una escapada al norte y desconectar ante un futuro incierto. “Hemos aprovechado para venir ahora porque luego en agosto no sabemos lo que puede pasar, igual nos vuelven a confinar”, apuntaron los toledanos.

Por la mañana, un cielo cubierto de nubes pero con cálidas temperaturas provocó que el arenal getxotarra registrase escasa afluencia, lo que permitió al bilbaino Jaime García aparcar con facilidad cerca de la playa y disfrutar junto a un amigo de un chapuzón. Tras estacionar su vehículo y cambiarse de ropa, se dirigieron directos al agua. “He oído que ahora es obligatoria la mascarilla, pero la he dejado en el coche porque voy a darme un chapuzón rápido y vuelta”, justificó.

Sobre esta línea, quienes también se mostraron a favor de la medida fueron la galdakaoztarra Teresa Guerrero y la bilbaina Isabel Robredo. Aprovecharon el buen día para disfrutar de un paseo junto a la costa, tomar algo en una terraza y comer fuera de casa. “Nos parece muy bien que sea de uso obligatorio. Hay que llevarla”, expresaron preocupadas por la cantidad de rebrotes que están surgiendo últimamente. En concreto, Isabel recordó que la gente se estaba relajando frente al covid-19. “El otro día iba el metro lleno de gente que volvía de la playa sin mascarilla. Esto no puede ser”, criticó.

No obstante, ayer por el entorno de Ereaga, las mascarillas fueron un complemento más del atuendo de los ciudadanos que respetaron la nueva normativa impuesta para frenar la propagación del virus.

“No sabíamos que era obligatorio; venimos ahora en julio por lo que pueda pasar luego...”

Toledo

“He dejado la mascarilla en el coche porque voy a darme un chapuzón rápido y vuelta”

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