Sin toros en los corrales del Gas, ni vallado en el callejón, ni escenario en la Plaza del Castillo, ni feriantes en la Runa, ni tómbola en Sarasate. Iruñea no se mueve como otros años en estas fechas debido a que los Sanfermines de 2020 han sido suspendidos debido al coronavirus.

La paz que respira Iruñea esta semana previa al txupinazo de los Sanfermines 6 de julio resulta extraña, casi imposible de imaginar un año antes, y aunque rompa el alma, esa tregua es la única que hace confiar en unos Sanfermines del 2021 mejores que nunca.

El ajetreo de Iruñea previo a Sanfermines queda guardado para el próximo año. De todas las imágenes más añoradas de los mil preparativos de una fiesta como Sanfermín quizá el pasillo del callejón que conduce a la plaza de toros sea, hoy, el más largo y frío de todos. Sin el vallado en su sitio, solo el tablón que conocen las visitas que mantiene la Meca para turistas en Iruñea.