- La desolación era patente ayer en el aeropuerto de Bilbao. Apenas unas decenas de pasajeros se podían observar salpicados a lo largo de una jornada, la del lunes de Pascua, que históricamente registra cada año el mayor número de pasajeros y la cantidad más elevada de operaciones aéreas, entre aterrizajes y despegues.

Si el mismo día del pasado año, La Paloma atendió los movimientos de 168 aviones, ayer se quedó tan solo en ocho correspondientes a las conexiones con Sevilla, Madrid, Barcelona y Gran Canaria procedentes de estos aeropuertos y su posterior regreso desde Bilbao.

El lunes de Pascua, festividad en Euskadi, es fecha aeronáutica señalada en Bilbao al coincidir en una misma jornada tanto los vuelos de los que han finalizado sus vacaciones disfrutadas durante los días santos como de los que parten para desconectar durante la semana de Pascua, jornadas en las que los escolares no van a clase.

Ayer, todas estas circunstancias estaban dinamitadas por la paralización casi total de la movilidad originada por el covid-19. A excepción de los enlaces de Vueling con la capital andaluza y la isla atlántica, los aviones a Madrid y Barcelona sirvieron ayer para atender las reservas de algunos viajeros que tenían necesidad imperiosa de acudir a Barajas o a El Prat para tomar alguna de las pocas conexiones internacionales que todavía mantienen activas los dos aeródromos con más vuelos del Estado.

Lejos del constante movimiento de pasajeros y aviones de Semanas Santas pretéritas, el pasado año se registraron un total de 869 operaciones aéreas en los días vacacionales principales, ayer la soledad era total. La excepción se observó entre las 12.45 y las 13.40 horas cuando aterrizaron y despegaron los vuelos a Sevilla y Madrid, y a media tarde y última hora, con la operativa de las conexiones con Barcelona y Gran Canaria.

Y hoy es posible que se viva otro día histórico en la terminal de Loiu, y no será por algo positivo. Según el plan operativo del aeropuerto de Bilbao que Aena presenta en su aplicación digital para hoy, están solo previstas dos conexiones con Tenerife, en su aeropuerto del norte de la isla, y con Madrid. Pero ayer a primera hora de la tarde, el vuelo con la capital del Estado que tenía previsto llegar a las 20.55 y partir a las 21.40 ya aparecía como cancelado y la ruta a la isla canaria es posible que también lo sea. La previsión es que el avión de Vueling llegue a las 11.15 de la mañana con la intención de partir de nuevo hacia Tenerife Norte a las 12.00 horas. Sin embargo, es posible que estas operaciones no se efectúen teniendo en cuenta el nuevo reparto de vuelos con las Islas Canarias que el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana dictó la semana pasada. La directriz indica que solo volarán aviones de Iberia Express y Vueling desde Madrid, Barcelona y Sevilla con las diferentes islas canarias y en frecuencias que tienen como pico los seis vuelos semanales entre Barcelona y Gran Canaria.

Por lo que se refiere a los enlaces desde Bilbao, que hasta la semana pasada operaban con Tenerife y Gran Canaria, el ministerio indica que Vueling dejará de volar con la capital vizcaina esta semana, una vez se hayan agotado todos los billetes que ya están vendidos. Esta situación puede que ocurra hoy mismo, aunque fuentes de la dirección del aeropuerto indicaron ayer desconocer tal extremo.

A pesar de la desaparición de las operaciones aéreas, el aeropuerto de Bilbao seguirá abierto, aseguraron ayer fuentes de Aena. La estructura que se mantendrá es mínima, como la que está activa durante estos días pasados con seis u ocho operaciones diarias, y que sirve para el mantenimiento de la infraestructura aérea a todos los niveles. Un operativo mínimo disponible por si es necesario atender algún vuelo sanitario, con carga de material para atender las demandas de protección por el coronavirus, o algún aerotaxi que se movilice para el traslado de órganos para su transplante.

Están en sus puestos retenes de bomberos, de mantenimiento de sistemas eléctricos, limpieza y controladores aéreos, colectivo este último en el que uno de sus miembros, en concreto una mujer, fue diagnosticada la semana pasada con coronavirus.

Desde hace ya tres semanas el aeropuerto cerró nueve puertas de embarque, toda la actividad comercial de la terminal quedó clausurada al igual que la sala vip, todo el aparcamiento de larga estancia, dos plantas del estacionamiento principal y los parking exprés de la zona de salidas y llegadas.

Adiós a cinco nuevas rutas. Otra de las incógnitas que la actualidad ya casi ha despejado es si los cinco nuevos destinos de este verano operarán. Solo se estrenó uno el pasado dos de marzo, el de Transavia con la ciudad holandesa de Rotterdam, el cual ya ha sido suspendido. La ruta a Lyon se abría el pasado viernes y el resto con Atenas, Cagliari y Murcia, en mayo y junio. Las compañías no han indicado nada aún, pero es casi seguro que no volarán en este escenario de incertidumbre.