Euskadi está lista para autoabastecerse de test capaces de detectar el coronavirus en caso de que se agote la reserva de kits comerciales en el mercado mundial, en un escenario de pruebas masivas a la población que facilite el desescalaje de la pandemia. El Plan Vuelta a la Normalidad podría disponer de 10.000 test al día, hechos y producidos en Euskadi, frente a los cerca de 1.500 que realiza a diario Osakidetza. Estos test son la alternativa C dentro del plan de contingencia diseñado por el Gobierno vasco para combatir el coronavirus en caso de que falle el abastecimiento de las pruebas. "Osakidetza usa unos sistemas automatizados muy fáciles de utilizar que requieren de kits comerciales y como hay una demanda global tan alta de estos kits es bastante probable que se rompa el stock", afirmó el bioquímico Ugo Mayor, investigador Ikerbasque adscrito a la Universidad del País Vasco y coordinador del proyecto. La ventaja de los nuevos test son la disponibilidad, la rapidez y el precio.

Una red de científicas y científicos de varios departamentos de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU), Ikerbasque, Achucarro y Fundación Biofisika Bizkaia, junto con personal investigador de los institutos de BioCruces y BioAraba, han conseguido poner a punto un test de RT-PCR para la detección de covid-19 que permitiría al sistema vasco aumentar el número de test de diagnóstico, siguiendo la recomendación de la OMS. Con los cálculos realizados, se estima que la prueba de detección desarrollada por este grupo de trabajo interinstitucional podría costar 15 euros por muestra y tardaría en realizarse menos de cuatro horas.

Según fuentes de la UPV/EHU, este coste tan ajustado es posible "por la aportación altruista de las personas y las entidades que participan en ella". Adicionalmente, podría realizarse en múltiples laboratorios de otros centros de investigación de nuestra comunidad, así como en los propios hospitales en caso de que los kits comerciales de RT-PCR que actualmente usa Osakidetza sufriese de desabastecimiento. En opinión del investigador Ikerbasque de la UPV/EHU, Ugo Mayor, coordinador de la iniciativa, "el desarrollo en auzolan de este test alternativo pone en valor la importancia de la investigación y la ciencia, así como el impacto real que estas actividades puede tener para el bienestar de la sociedad, contando con el correspondiente respaldo institucional".

Prueba fiable y rápida

La PCR es una técnica para la amplificación de cantidades ínfimas de material genético, en este caso del virus. En su variante RT-PCR permite una detección cuantitativa de este material genético, y por tanto posibilita discriminar entre infectados y libres de virus. El trabajo para su puesta en marcha comenzó en la primera semana de confinamiento y "se ha llevado a cabo a un ritmo vertiginoso", según fuentes universitarias.

Un equipo de 55 investigadores, tras leer los últimos artículos publicados y mantener múltiples discusiones telemáticas, diseñó un plan de acción con el apoyo institucional de la UPV/EHU. En la segunda semana, en un plazo récord, consiguió acondicionar en el Centro de Biotecnología María Goyri, seis laboratorios de contención y seguridad biológica, además de tramitar todos los requisitos legales necesarios. El viernes pasado se recibieron, a través del Biobanco vasco, las primeras muestras ya diagnosticadas por Osakidetza. En tan solo diez días de puesta a punto de los protocolos, el test de detección ha resultado en una especificidad del 100% y una sensibilidad del 92%. La sensibilidad indica la capacidad para detectar los casos positivos, mientras que la especificidad refleja qué grado de fiabilidad tiene la prueba para dar como negativas a las personas no infectadas.

El Instituto de Salud Carlos III, el centro de referencia que presta servicios científico técnicos al Sistema Nacional de Salud, remitió el miércoles una instrucción para dar cauce a iniciativas científicas para combatir el covid-19, como la realizada por el equipo vasco u otras que se realizan en el resto de comunidades.