Bilbao - "El futuro está en la fortaleza con la que las mujeres gitanas obliguen a sus hijos a ir al colegio", aseguró ayer Juan de Dios Ramírez Heredia, el primer gitano español que llegó a eurodiputado, al recoger el Premio Tío Manuel Vizarraga, otorgado por la asociación gitana Kale Dor Kayiko durante el acto de clausura de su trigésimo aniversario. El periodista y maestro, primer gitano doctor honoris causa del mundo, demostró que la oratoria por la que se caracterizó su pasado como político mantiene el mismo vigor y carisma capaz de enmudecer a un hemiciclo. Ayer fue el paraninfo de la Universidad de Deusto la que enmudeció, donde el lehendakari, Iñigo Urkullu, apostó por seguir "caminando" con el pueblo gitano para asentar la convivencia y diversidad de Euskadi. Desde la asociación recordaron que "el reto hoy es que haya más gitanos en la universidad".

Durante su emotivo discurso, Ramírez de Heredia recordó sus inicios en el Congreso de los Diputados en 1977, de la mano de Unión de Centro Democrático. "Tenía 33 años, era uno de los diputados más jóvenes", rememoró el gaditano, natural de Puerto Real, quien, cerca de las personas más influyentes del Estado, recordó su tierra. "La persona que hizo posible que yo estuviera sentada ahí fue mi madre, una pobre gitana, inculta y analfabeta", expuso, antes de relatar que fue ella quien se empecinó en que acudiera a la escuela mientras él prefería "ir al campo a perseguir gorriones". Poco después de comenzar su trayectoria como diputado dio con un estudio del Instituto de Sociología Aplicada. "Lo primero que me impactó fue el índice de analfabetismo entre los gitanos españoles: el 80% no sabía ni leer ni escribir. El 20% restante era lo que en términos pedagógicos se conoce como alfabetos: personas que justo sabían firmar y leer con dificultad. Eso significaba que el analfabetismo funcional era del 100%", señaló.

Dicho dato espoleó el inicio como activista del actual presidente de la Unión Romaní Española fundada en 1986, quien ayer se mostró muy agradecido por recibir el premio que lleva el nombre de su amigo Manuel Vizarraga, alma mater de la asociación Kale Dor Kayiko. "Me siento tremendamente identificado contigo. Miro tu vida y no puedo evitar mirar la mía también. Sorprendentemente ambas han continuado por un camino extraordinariamente idéntico", le aseguró. Fue Óscar Vizarraga, educador social y director de comunicación de la asociación, quien recordó la labor realizada por su padre en los inicios de Kale Dor Kayiko. "La formación académica es primordial para la superación de las desigualdades. Siempre hemos creído en la igualdad de oportunidades para niños y niñas, hombres y mujeres", reivindicó antes de recordar que la solidaridad es un valor "muy gitano".

Durante su intervención, el lehendakari afirmó que trabajan "juntos para avanzar en el respeto y reconocimiento del pueblo gitano", que tiene "historia, cultura e identidad" y recordó que los gitanos "llevan viviendo en Euskadi desde hace 600 años". Urkullu agradeció a la asociación gitana su "empeño y compromiso", ya que gracias a la misma "Euskadi es hoy una sociedad más diversa, plural e igualitaria". "Compartimos plenamente vuestro objetivo: lograr que todas las personas vivamos en las mismas condiciones en derechos y obligaciones. Compartimos también vuestra misión: contribuir a crear una sociedad más justa, con igualdad de posibilidades para todos", expuso.

El acto, que contó con numerosos participantes que han acompañado a la asociación durante sus tres décadas de vida, contó también con la presencia del alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburto. El primer edil bilbaino aseguró que "la educación cambia a las personas, que son las que cambian el mundo", por eso, felicitó a Kale Dor Kayiko por el "trabajo recorrido" ya que "son muchos años haciendo las cosas bien". También participó el vicerrector de la Universidad de Deusto, José Antonio Rodríguez, quien realizó un alegato a favor de la diversidad: "Nos sentiríamos más cómodos en nuestra zona de confort, pero seríamos más pobres", señaló.