GASTEIZ. El trabajador ha llamado de inmediato a la Policía Local y a los Bomberos y poco después los técnicos del Ayuntamiento se han desplazado al lugar, donde han constatado que uno de los pilares del inmueble, cuya estructura es de manera, estaba dañado, ha explicado el alcalde, Gorka Urtaran en declaraciones a los medios de comunicación tras visitar el edificio.

En torno a las 13.00 horas efectivos de la guardia urbana y de la Ertzaintza han desalojado el edificio y han acordonado el tramo de la calle Dato entre General Álava y Postas. En un primer lugar se ha cortado el paso por completo, aunque horas después se ha abierto un pasillo para favorecer el paso de los peatones.

Además de los vecinos han sido desalojados los trabajadores de cuatro comercios ubicados en los bajos del edificio, que también han sido cerrados.

Los bomberos de la ciudad han comenzado entonces a apuntalar el inmueble y una vez que se confirme que los daños no van a más se permitirá a los vecinos entrar a recoger los enseres "más básicos e imprescindibles", algo que se espera que ocurra esta misma tarde.

El siguiente paso será encargar a un arquitecto el proyecto para reforzar toda la estructura de la vivienda de manera definitiva. La obra deberá ser encargada y sufragada por la comunidad de vecinos del número 8 de esta céntrica y peatonal calle de Gasteiz.

El Ayuntamiento se ha comprometido por su parte a agilizar al máximo la concesión de la licencia aunque aún no tiene una estimación del tiempo que pueda pasar hasta que los vecinos puedan regresar a sus casas "con garantías" y los comercios puedan reabrir sus puertas. "Aún es prematuro" para hablar de plazos, ha dicho el alcalde.

El consistorio ha puesto a disposición de los vecinos desalojados los servicios sociales municipales por si alguno no puede quedarse en la casa de algún amigo o familiar mientras se ejecutan los trabajos para reforzar la estructura del edificio.

Durante la visita al inmueble varios vecinos han agradecido a Urtaran que haya acudido al lugar para conocer la situación de primera mano y han aprovechado para transmitirle su preocupación por el tiempo que pasará hasta que pueden volver a sus casas.

"Hemos salido con lo puesto", lamentaba una vecina, aunque a renglón seguido decía: "la suerte es que no ha habido daños personales".