Madrid - La ministra de Educación y Formación Profesional, Isabel Celaá, aseguró ayer que los editores de libros de texto le han trasladado que no hay ninguna denuncia por adoctrinamiento en los manuales y defendió que el sector siempre trabaja en el marco constitucional.

Así lo dijo Celaá al término de la reunión mantenida con responsables de la Federación de Gremios de Editores de España y de la Asociación Nacional de Editores de Libros (Anele), después de que estas asociaciones denunciaran que sufrían presiones de las comunidades para variar o incluir contenidos en los libros.

Al término del encuentro, José Moyano, responsable de Anele, especificó que las presiones referidas para modificar contenidos “eran anecdóticas y previas al 2001”, fecha en la que se eliminó la supervisión previa de los textos, y que en la actualidad se deben únicamente a la extensa y variada normativa de las comunidades. Celaá, que calificó la reunión de muy interesante, anunció que se reflexionó sobre la necesidad de alcanzar un acuerdo sobre el currículo escolar en el que se empezará a trabajar tras la aprobación de la nueva ley de Educación, que “será una reforma de la Loe muy actualizada y con mucha visión de futuro”. - Efe