Bilbao - No importa la procedencia y nadie mira el carné de identidad de sus vecinos de mesa. Todos hablan un idioma común, pese a sus diferencias y centran sus esfuerzos en vivir días de felicidad alrededor del gaming y la informática.

Hasta 49 provincias del Estado se dan cita desde ayer hasta el domingo en la Euskal Encounter. Algunos más tímidos a la hora de representar su origen, otros mucho más orgullosos de lucir la bandera de su respectivo lugar de nacimiento junto a su maquinaria. Esta es la imagen general que deja uno de los grandes eventos del sector, donde Euskadi aún sigue en lo más alto de la lista de participantes. Sin embargo, destaca la afluencia de grupos catalanes, como es el caso de Metro Soga. Oriundos de Lleida todos sus integrantes, se reúnen durante estos días en Barakaldo una treintena de ellos. “Algunos llevamos ya diez ediciones de la Euskal, mientras que otros solo han venido un par de veces. En general, se puede decir que somos uno de los grupos veteranos”, expone uno de sus miembros.

Separados de esta multitudinaria comitiva, otros cuatro chicos con la misma procedencia acuden hasta la Euskal Encounter: Carles, Ramón, Adrià y Pau. En el caso de este último, es la primera vez que participa en el evento y asegura en tono jocoso que “estos tres me han conseguido engañar”. Con una dilatada experiencia en otras partys similares a lo largo del Estado, no duda a la hora de asegurar que “no hay mucha diferencia entre todas, salvo por el hecho de que aquí hay mucha más gente que en cualquiera de las que he estado hasta ahora”.

Desde diversos puntos del Cantábrico también llega una variada representación, como es el caso de los asturianos Juan Luis, Pedro, David y Manuel. En su caso, vienen a Barakaldo cada dos años, al menos hasta el momento. “No lo planificamos así, pero algunos años nos da tiempo a inscribirnos y otros nos quedamos a las puertas”. Su grupo, como la mayoría de los de su alrededor, ha crecido con el paso de los años, pues cada vez son más los amigos y conocidos que deciden dar el paso de recorrer las tres horas de viaje que les separan de las mesas de la Euskal Encounter. Además, es un buen momento para reencuentros con gente de la zona, ya que “hemos conocido a gente de Euskadi a través de los videojuegos y siempre está bien poder pasar cuatro días con ellos”. - E. Fraile