MIAMI. Ibar, de 46 años, se enfrenta a partir de este miércoles la fase de sentencia del cuarto juicio en su contra, que puede llevarlo de nuevo al corredor de la muerte, en el que ya estuvo 16 años. La moción presentada este martes por sus abogados señala que Tanya Ibar, la esposa de Pablo, tiene dos hijos menores, de 7 y 12 años, "que para el tiempo de su nacimiento, lo reconocen a él como su padre".

El recurso se acoge además a la Convención Internacional del Niño y la Convención sobre Derechos Civiles y Políticos.

"Los niños menores son especialmente vulnerables a trauma sicológico y emocional asociado con el bienestar de sus padres y particularmente de su padre prisionero", señala la moción.

Durante el nuevo juicio en una corte de Fort Lauderdale (Florida), que comenzó en octubre de 2018, la familia y la defensa de Ibar gastan sus últimos esfuerzos en evitar la pena de muerte, como lo ha solicitado la Fiscalía de Florida.

En 2000, Ibar fue condenado a la pena de muerte por tres asesinatos cometidos en junio de 1994, y 16 años después la Corte Suprema de Florida anuló esa sentencia por considerar que las pruebas contra él eran escasas y débiles, y ordenó celebrar un nuevo juicio.

La repetición del juicio fue sin embargo desfavorable para Ibar, quien el pasado enero fue hallado por unanimidad culpable del asesinato en primer grado de Casimir Sucharski, Marie Rogers y Sharon Anderson, además de robo y robo a mano armada.

La familia de Pablo y los abogados no se reponen aún del fallo de culpabilidad del jurado, que consideran, desestimó las -en su opinión- dudas que quedaron patentes en el juicio, la negligencias en la cadena de custodia de las pruebas y las irregularidades durante la investigación del triple crimen.

La suerte de Ibar, sobrino del fallecido boxeador José Manuel Ibar "Urtain", está de nuevo a partir de este miércoles en manos de los miembros del jurado, que decidirá entre la pena capital y cadena perpetua.