Bilbao - Lleva media vida enfocada a socializar el conocimiento científico con el honesto y justo propósito de construir una ciudadanía más crítica y más responsable. Ese empeño de Juan Ignacio Pérez Iglesias (Salamanca, 1960) ha tenido recompensa, otra más en su dilatada trayectoria personal y profesional. Esta vez ha sido el premio Eusko Ikaskuntza-Laboral Kutxa de Humanidades, Cultura, Arte y Ciencias. El detonante de este galardón ha sido precisamente su incansable tarea en favor de la divulgación científica, tal y como reconocían desde la entidad promotora, dedicada a la cultura vasca.

Su presidente, Iñaki Dorronsoro, valoraba precisamente esa faceta humanizadora de Pérez Iglesias y su figura como impulsor de la cultura científica “desde el rigor académico y amplio conocimiento”. El jurado también tuvo en cuenta su trabajo en favor del euskera en la universidad y en la sociedad. “Desarrolla una mirada crítica empoderando a la sociedad y lleva a cabo una labor en favor del acercamiento de la universidad a la sociedad”, expresó Dorronsoro en referencia al catedrático de Fisiología, rector de la UPV/EHU entre 2004 y 2008 y hoy en día director de la cátedra de Cultura Científica de esa institución académica.

Pérez Iglesias, que ayer se encontraba en un congreso en Valencia, recibió la noticia con alegría y satisfacción personal, pero también colectiva. Y es que, tal y como indicó el colaborador habitual de DEIA, “se ha valorado la relevancia de la tarea de difusión social de la cultura científica”. A su juicio, el hecho de vivir en una sociedad científico-tecnológica debería estar acompañado de un conocimiento más claro y cercano sobre los grandes temas que ocupan y preocupan a la comunidad científica, sus decisiones, sus inquietudes,...

El hecho científico “Es muy importante que se entienda esta labor porque efectivamente la sociedad en la que vivimos y la ciudadanía debe tener un bagaje cultural”, expuso Pérez Iglesias, al tiempo que insistió en la conveniencia de exportar a las personas de un modo transparente ese conocimiento del hecho científico. “Es la manera de que la gente tenga criterio a la hora de tomar decisiones tanto particulares como colectivas en relación con muchos asuntos sobre los que hay que decidir y normalmente hace falta tener una cierta cultura científica”, apostilló el director de la cátedra Cultura Científica de la UPV/EHU.

En este relato, Pérez Iglesias mantiene el carácter emprendedor de la divulgación científica. La ciencia y sus resultados son cada vez más decisivos para acercarse y mantener el bienestar social, personal y económico. “Lo que se busca es proporcionar herramientas a la gente que les permitan ejercer su ciudadanía de manera responsable y libre. Es una condición de ciudadanía libre y democrática”, redondeó el galardonado con los 20.000 euros del Ikaskuntza 2019.

Se trata de una edición especial, la vigesimoquinta, que además quiere dar visibilidad a la juventud implicada en la innovación. Es el caso de Aizpea de Atxa, artista navarra que ha obtenido el premio Gazte por su proyecto INpostuRA, una reflexión sobre la sociedad torpedeada por la publicidad y las redes sociales en la que “la imagen se ha convertido en la mayor preocupación”. La joven, de 21 años, estudia tercer curso del Grado de Arte y la dotación del premio concedido es de 6.000 euros.