DONOSTIA. Los hechos enjuiciados sucedieron la madrugada del 20 de diciembre de 2015, cuando la joven acudió en compañía de una amiga al bar que regenta el procesado en una localidad de la comarca de Donostialdea.

Según el escrito de acusación de la Fiscalía, aquella noche el inculpado realizaba "labores de camarero" en el local, donde la menor y su compañera estuvieron bailando.

El texto explica que el hombre sirvió a la menor "cuatro chupitos de whisky" hasta que, sobre las 4.00 horas, la acompañante de la víctima abandonó el establecimiento.

De esta manera, la perjudicada se quedó sola en el bar hasta el momento del cierre, sobre las 5.00 horas, cuando el procesado "apagó la música y desalojó" al resto de clientes, tras lo que empezó a "recoger y limpiar" el establecimiento y una hora más tarde clausuró definitivamente el local.

En este contexto, según recoge el documento del Ministerio Público, "aprovechando la situación de falta de consciencia de la menor tras la previa ingesta de bebidas alcohólicas", el procesado la condujo hasta su vehículo que estaba estacionado a escasos metros del bar y la introdujo en el automóvil "con el pretexto de acompañarla hasta casa".

Una vez dentro del coche, el hombre "movido por un ánimo libidinoso" y "aprovechando la situación en la que se encontraba la menor" habría llevado a cabo distintos actos "de carácter sexual" con ella sin el "consentimiento" de la chica y "atentando contra su indemnidad sexual".

Unos peritos que declararon durante el juicio, celebrado los días 26 y el 27 del pasado febrero, desvelaron que durante la investigación descubrieron que varias prendas de la menor presentaban restos de semen del procesado.