GASTEIZ. Los hechos condenados comenzaron hace años en las afueras de esta localidad, donde este vecino mantiene en una zona vallada a un grupo de perros destinados a la práctica de la caza.
Según han explicado estas dos asociaciones, los animales han soportado un "entorno hediondo" carente de la más elemental salubridad, han sido alimentados de manera "deficiente y esporádica" y tenían recipientes de agua en mal estado.
Han denunciado que durante este tiempo han tenido constancia de la "frecuente sustitución" de algunos de los perros encerrados en el lugar e incluso del "penoso parto" de una perra en plena ola de frío.
ATEA denunció la situación ante la Fiscalía provincial de Medio Ambiente y Apasos se encargó de la acusación popular durante el juicio, celebrado el pasado mes de octubre.
Los dos colectivos, a pesar de que ven el castigo "absurdo por insuficiente", han considerado que la sentencia supone "un paso más en la ardua tarea del cambio de mentalidad social respecto a la consideración que merecen los animales domésticos".
Además, han condenado el uso de animales "como meros elementos auxiliares para prácticas letales como la caza lúdica", en la que se les somete a unos "sobreesfuerzos y a un trato que no merecen".