La presidenta del BBB del PNV, Itxaso Atutxa, rebatió ayer miércoles al presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, que el pasado martes justificó dar por finalizado el estado de alarma diciendo que "es el pasado" y que "hay que mirar al futuro, que es la vacunación". Atutxa respondió que "no comparto que diga que el estado de alarma o que algunas de las medidas que se deben mantener sean el pasado". Alegó en cambio que "el problema es que en estos momentos se mantienen los contagios y estamos en una pandemia, y eso es el presente".

En declaraciones a Bizkaia Irratia, la dirigente jeltzale admitió que "creemos que las cosas cambiarán en pocos meses, pero mientras no cambien, debemos mantener todas las medidas de protección, y lo que nosotros solicitábamos no era tan complicado", en referencia al mantenimiento del estado de alarma durante "un mes o mes y medio más". Destacó que esta petición era común a otros presidentes autonómicos, algunos "incluso del mismo partido de Sánchez".

En opinión de Atutxa, la prórroga del estado de alarma "era fundamentalmente una decisión política" que debía adoptarse "a nivel político" y "no dejarla en manos de los tribunales". "Todo eso nos ha llevado a este caos", añadió. Consideró además que la vía del recurso al Tribunal Supremo para que valide las restricciones propuestas por cada comunidad autónoma tras decaer el estado de alarma "está contaminada desde el principio, porque lo vuelve a dejar en manos de los tribunales".

Pleno bronco

Esta cuestión también tuvo una importante cuota de protagonismo en la sesión de control al Gobierno español celebrada en el Congreso, en la que Pedro Sánchez y el presidente del PP, Pablo Casado, protagonizaron su primer cara a cara después de las elecciones a la Asamblea de Madrid y de que el pasado domingo se levantara el estado de alarma.

Casado atacó en los dos frentes, calificando primero de "varapalo" el resultado del PSOE en los comicios y destacando que Sánchez haya sido "sorpasado" por Iñigo Errejón. Respecto al panorama abierto tras el fin de la alarma defendió que se necesita una ley orgánica, un plan B jurídico que permita limitar derechos fundamentales. Su conclusión es que los españoles están ya hartos de las "mentiras, incompetencia y arrogancia" de Sánchez.

Este respondió tirando de ironía y aseguró que "le miro, le escucho atentamente y pienso que la historia se repite. Se le está poniendo cara de Albert Rivera". Casado respondió con otra comparación y dijo que "se le está poniendo cara de (José Luis Rodríguez) Zapatero". Sánchez añadió que, tras las elecciones de Madrid, ve en el líder de la oposición unas urgencias que no son las de los españoles. Insistió por ello en la necesidad de estabilidad política y en que quedan 32 meses para el fin de la legislatura en los que el Gobierno va a seguir volcado en la vacunación y la recuperación.

El jefe del Ejecutivo ligó ambas cuestiones y aseguró que la economía española "está a punto de relanzarse". Casado objetó que, hasta lograr la inmunidad de rebaño dentro de 99 días, pueden morir aún 20.000 personas más.