No se mordió la lengua ni ocultó su descontento con que Pedro Sánchez haya despachado la petición generalizada de garantías con una apuesta por recurir al Tribunal Supremo en casación para tratar de salvar las medidas contra el coronavirus. El lehendakari, Iñigo Urkullu, se preguntó ayer miércoles "dónde queda la cogobernanza colaborativa" si la apuesta es judicial, aclaró también que parece que no solo era Euskadi la interesada en el estado de alarma ahora que se ven los apuros de otros territorios para mantener el toque de queda, y puso muy en tela de juicio que el Supremo ofrezca garantías cuando tendrían que pasar varios días entre un hipotético veto de un tribunal superior de justicia a una medida autonómica y el fallo final de esa instancia superior. Dejó caer que, hasta que decida el Supremo, no habrá efectividad de las medidas. Además, avisó de que, si hasta la fecha se ha demostrado que las actuaciones "más efectivas" son las que se contemplan en el estado de alarma, levantar ese paraguas el domingo "nos puede llevar a un riesgo de mayor contagio".

El lehendakari, en declaraciones a los medios de comunicación, admitió que toda esta situación es "un poco desconcertante" cuando Sánchez lo fía todo a la vacunación y no dejan de conocerse noticias inquietantes sobre el ritmo con AstraZeneca. Por todo ello, dijo que este contexto le lleva a "una profunda reflexión los próximos días".

Urkullu dijo, "primero, que no hay prórroga del estado de alarma; segundo, que ni siquiera hay prorroga del estado de alarma para una comunidad autónoma" y, en tercer lugar, que se invita a las comunidades a acudir al Supremo. Respecto al decreto, dijo que "entraría en vigor a las 0.00 horas del domingo" y que tendrá una vigencia de cuatro a seis semanas. Sin llegar a concretar las medidas, aseguró que el objetivo es reducir en primer lugar los contagios a 200 por 100.000 habitantes, y a 50 o 60 en la siguiente fase.

El lehendakari defendió, además, su estrategia de hacer compatibles y mantener el equilibrio entre la protección de la salud de las personas y la actividad económica, educativa y social. "Si se ha demostrado hasta la fecha que las medidas más efectivas para atajar la vía de contagio son las que se contemplan bajo el amparo de un estado de alarma, levantar el estado de alarma sin medidas que tengan garantías jurídicas suficientes puede provocar un riesgo de mayor contagio mientras no haya un proceso de vacunación que tenga también un objetivo de inmunidad de rebaño suficiente", recalcó.

"Levantar el estado de alarma puede provocar un riesgo mientras no avance la vacunación"

Lehendakari