La ejecutiva de Junts ha decidido este lunes mantener la abstención de sus diputados en la segunda votación a la investidura de Pere Aragonés frustrando de esta manera cualquier posibilidad del candidato de ERC de lograr la mayoría necesaria para ser investido president del Govern catalán.

El máximo órgano de la formación de Carles Puigdemont considera que hasta el momento no se ha conseguido un "pacto global" satisfactorio que haga posible el acuerdo. El mayor escollo de la negociación sigue siendo el control del movimiento independentista. Junts propone que sus decisiones se tomen en el Consell per la República, un punto en el que ERC no cede, al considerar esa posibilidad un intento de controlar a sus diputados en el Parlament.

Parece que finalmente Aragonès tampoco logrará ser investido en el segundo intento y ahora seguirán las negociaciones entre Junts y ERC ya que el tiempo corre, y desde el pasado viernes hay dos meses de plazo para llegar a una investidura. Si se llega al 26 de mayo sin haber elegido president, se convocarían elecciones de manera automática.