- Los nombramientos realizados ayer por el Consejo General del poder Judicial pusieron en evidencia la problemática que existe con su bloqueada renovación. Los nombramientos fueron incluidos por su presidente Lesmes a petición de ocho de los vocales. Hubo una gran división, porque varios vocales comienzan a hartarse del bloqueo político y creen que es su última oportunidad para realizar nombramientos, ante la posibilidad de que el 11 de marzo vea la luz en el Congreso de los Diputados la reforma para evitar que puedan realizar nombramientos en funciones. Tras más de dos años de interinidad, el CGPJ había realizado ya 72 nombramientos, a los que se suman los de ayer.

Se superaron los 11 votos mínimos para otras tres designaciones que no requerían mayoría reforzada, como la de Garbiñe Biurrun como presidenta de la Sala de lo Social del TSJPV (12 votos), un cargo en el que repite por tercer mandato consecutivo. Biurrun, que se encuentra ejerciendo de presidenta del TSJPV en funciones desde que el pasado mes de junio se jubilara Juan Luis Ibarra, obtuvo 12 de los 21 votos del pleno, frente a uno recibido por Pablo Sesma de Luis, también magistrado de la Sala del TSJPV. Por su parte, siete vocales votaron en blanco. Garbiñe Biurrun ingresó en la carrera judicial en 1987 e inició su andadura profesional como juez de primera instancia e instrucción de Tolosa. Ascendió a magistrada en 1989 y fue destinada al Juzgado de lo Social número 3 de Donostia. En noviembre de 1998 accedió a la Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco, cuya presidencia pasó a ocupar en septiembre de 2009.