Los cambios en los criterios de reparto del fondo no reembolsable de 16.000 millones de euros para las comunidades autónomas para paliar los gastos que ha generado la pandemia de coronavirus provocaron ayer las protestas de varios presidentes autonómicos en la conferencia con el jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez. Entre los dirigentes territoriales que elevaron su voz de protesta se encuentran varios barones territoriales del PP como Fernando López Miras (Murcia) o Alfonso Fernández Mañueco (Castilla y León), pero también socialistas como Emiliano García Page (Castilla-La Mancha), Javier Lambán (Aragón) o el dirigente regionalista Miguel Ángel Revilla (Cantabria).

Sánchez transmitió ayer a los presidentes territoriales los cambios en los criterios para el reparto del fondo de 16.000 millones de euros, con la creación de un nuevo fondo para Educación (2.000 millones), otro para movilidad (800 millones) y un incremento en el peso de la población como criterio de reparto, de acuerdo con lo que habían venido reclamando autonomías como la Comunidad Valenciana. Entre otros, también están previstos 9.000 millones de euros para gasto sanitario.

El descontento de algunas comunidades autónomas llegó ayer al saberse que el Ejecutivo PSOE-Unidas Podemos había abogado por cambiar los criterios inicialmente establecidos. No en vano, el Ministerio de Hacienda apostó por primar la población frente a otros requisitos más específicos, lo que contentó a unos -Andalucía, Comunidad Valenciana, Murcia y Galicia, perciben más que en el anterior reparto- y enfadó a otros. Incluso desde las filas socialistas, como fue el caso de Emiliano García Page y Javier Lambán, que coincidieron en calificar de “injusto” el cambio de criterio.

El primero reivindicó que Castilla-La Mancha ha tenido porcentualmente más impacto por el coronavirus y han tenido que “dejarse la piel” mucho más que otras regiones en gasto de material sanitario. “Creemos que es de justicia que se mantenga en el primer cupo de reparto como mínimo lo que estaba establecido en función del gasto. Otra cosa será ver el descenso de los ingresos”, expuso. Por su parte, Lambán consideró que su comunidad, con menor población, no se va a ver beneficiada con este reparto. Tanto es así que censuró que desaparezca el fondo de 1.000 millones para política social y que se destinen 800 millones a transporte, que deberían distribuirse al margen de estos gastos para Covid y desde el Ministerio de Fomento. El presidente aragonés también insistió en la necesidad de modificar “sustancialmente” el objetivo de déficit previsto para las autonomías en un 0,2 por ciento del PIB porque no se podrá cumplir.

Barones territoriales del PP también alzaron su voz durante la conferencia. Alfonso Fernández Mañueco, desde Castilla y León, no dudó en calificar el reparto de “injusto”, ya que “deja en la estacada y castiga a las comunidades que más han sufrido con la pandemia”, como es el caso de su región. Aunque hubo líderes populares que se mostraron menos beligerantes, como la presidenta madrileña Isabel Díaz Ayuso o su homólogo gallego, Alberto Núñez Feijóo, quién calificó el reparto de “menos malo” que la propuesta anterior. Tampoco se mostró contento el presidente cántabro Miguel Ángel Revilla (PRC), que exigía el reparto de estos fondos como se distribuye la financiación autonómica, ya que los criterios decididos “no benefician a Cantabria” al ser una comunidad pequeña pero con un coste de servicios públicos “mucho más elevado” que otras.