BILBAO. La localidad vizcaina de Alonsotegi ha recordado con una ofrenda floral a las víctimas del atentado del bar Aldana, ocurrido hace 40 años, el 20 de enero de 1980, que costó la vida a cuatro personas y por el que todavía nadie ha sido encausado.

El lehendakari, Iñigo Urkullu, natural de Alonsotegi, donde vivía en el momento del atentado, ha asistido al acto en el que ha expresado, en declaraciones a los medios de comunicación, un sentimiento "muy íntimo" en el aniversario del atentado del que "sigue pendiente" su "esclarecimiento".

Urkullu ha señalado que aunque "todos los atentados" y "todas las víctimas", así como las personas que "han sufrido extorsión" o "coacción", le provocan "un sentimiento profundo", en este caso hay un sentimiento "muy íntimo, personal, en la medida en el que es en el pueblo en el que yo vivía, del que soy".

Ha destacado que "conocía a las personas fallecidas" y que conoce "a las personas que resultaron heridas" y "el drama que se vivió en el pueblo", y ha indicado que hoy es "un día especial, por lo tanto, de recuerdo a las víctimas, de recuerdo también al drama que se vivió en el pueblo y cómo el pueblo también consiguió remontarlo".

Sin embargo, ha asegurado que "sigue pendiente el esclarecimiento" de lo sucedido y "el juicio", y ha señalado que "sigue pendiente, por lo tanto, la reivindicación" que vienen haciendo "durante 40 años" los municipios de Alonsotegi y Güeñes, donde vivían las personas que fallecieron.

El atentado, provocado con una bomba de seis kilos de goma 2, fue reivindicado por los GAE (Grupos Armados Españoles) y acabó con la vida de Manuel Santacoloma, Liborio Arana y el matrimonio formado por Mari Paz Ariño y Pacífico Fica, y dejó más de diez heridos.

El acto en recuerdo se ha iniciado en la parroquia de San Bartolomé, donde el alcalde de Alonsotegi, Joseba Urbieta, ha entregado un presente conmemorativo a los familiares de las víctimas mortales del atentado y a los familiares de Garbi Zárate y José Ángel González, dueños del bar Aldana.

Urbieta ha destacado que lo ocurrido fue "un acto terrorista cruel, cobarde y despiadado" y "un episodio que dejó una huella imposible de borrar" y ha añadido que Alonsotegi, que entonces era un barrio de Barakaldo, "nunca olvidará lo ocurrido y jamás dejará solas a unas víctimas que sufrieron lo que nadie debe soportar".

Además, ha recordado que "nadie ha pagado por aquellos cobardes asesinatos" y ha afirmado que "nunca se hará justicia con las víctimas y sus familiares hasta que, por lo menos, se identifique a los autores de aquella matanza y se depuren las responsabilidades oportunas".

Tras el acto de la iglesia se ha guardado un minuto de silencio ante el mural realizado en el lugar que ocupaba el bar Aldana, realizado por los artistas Carlos Baudilio y Aritz Muguerza con la colaboración de vecinos de la comarca, donde posteriormente se ha llevado a cabo una ofrenda floral.

Al acto también han acudido la presidenta de las Juntas Generales de Bizkaia, Ana Otadui; la consejera de Empleo y Políticas Sociales, Beatriz Artolazabal; el consejero de Cultura y Política Lingüística, Bingen Zupiria; el presidente del PNV, Andoni Ortuzar; la presidenta del PNV de Bizkaia, Itxaso Atutxa y el portavoz del PNV en el Congreso, Aitor Esteban. EFE