GASTEIZ. El guion ya estaba cerrado al menos desde principios de diciembre y ayer en el Parlamento el Gobierno vasco logró sacar adelante los últimos Presupuestos de la legislatura sin sorpresas, con la abstención de nueve de los once parlamentarios de Elkarrekin Podemos, objeto ayer del grueso de la artillería dialéctica de la oposición de EH Bildu y PP, que compartían diagnóstico en algunas de sus críticas al acuerdo y divergían de forma absoluta en otras.

En todo caso, gracias a los votos de los parlamentarios de Podemos y Equo Euskadi, el Gobierno de PNV y PSE dispondrá antes de concurrir a las elecciones autonómicas de un Presupuesto que asciende a 11.744 millones de euros, casi un 3% más en gasto real que en las Cuentas planteadas para este año y finalmente no aprobadas. Elkarrekin Podemos ha decidido el destino de 89 de esos casi 12.000 millones en las Cuentas de 2020, y el resto, hasta completar un total de 201 millones de euros, se irán liberando en sucesivos ejercicios hasta 2027.

PP y EH Bildu

La subida de la RGI en un 4% ha sido sin duda la aportación de la coalición morada a la que más relevancia ha dado esta formación y también la que más críticas ha despertado en la oposición. En el caso de EH Bildu, porque la considera ficticia, al ser menor la partida destinada a estas ayudas que en años anteriores -sus promotores y el Gobierno argumentan que es así porque hay menos perceptores-, y en el del PP porque estiman los conservadores que viene a consagrar un modelo subvencional.

Ayer la sesión parlamentaria giró en buena medida en torno a esta cuestión, y así la parlamentaria soberanista Leire Pinedo acusaba a Elkarrekin Podemos de "blanquear los recortes" y de "firmar el acuerdo con una mano y estrangular a quienes más sufren con la otra". A su juicio, "el acuerdo estaba labrado antes que los números", y por tanto "no cambia el contenido" del Presupuesto de 2018, pero sí "el discurso". Además, censuraba que en materia de Igualdad y cambio climático "no tiene vergüenza en vender partidas que no tienen nada que ver" con estas cuestiones, para "teñir el marco de morado y verde" aunque "en el fondo todo siga siendo gris".

Por contra, el parlamentario del PP Antón Damborenea sí cree que estamos ante "un cambio de modelo" con la subida de la RGI como punta de lanza, "un sistema de subvenciones del que no se deja salir". "Hay unos que trabajan, pagan impuestos, baten el récord de recaudación pagando impuestos, cotizan -prosiguió-, y hay otros que no hacen eso porque se está creando un sistema en el que la gente que no cotiza y no paga IRPF tiene derecho a subvenciones".

Si el análisis de soberanistas y populares es opuesto en relación a la RGI, sí coincide plenamente en relación a la lectura política de las nuevas alianzas en el Parlamento Vasco. Leire Pinedo criticaba que Elkarrekin Podemos "no ha tenido problemas en apoyar las políticas que ha criticado cuando ha habido posibilidad de entrar en el Gobierno de Madrid", y Damborenea se dirigía en términos similares al portavoz de la coalición morada, Lander Martínez. "Señor Martínez, se va a comer usted el Presupuesto más chungo de toda la legislatura con los partidos más corruptos de Europa, de España y de Euskal Herria. Es lo que toca, porque cuando el pacto viene de Madrid, viene de Madrid". Censuraba Damborenea a Martínez que tras "dos años preguntándole al señor lehendakari que por qué pactaban con el partido más corrupto de Europa", en relación al PP, ahora pacta, insistía, "con el partido más corrupto de Europa en Madrid y con el más corrupto de Euskadi, perdón, de Euskal Herria, aquí". Se refería al PSOE de los ERE, y al PNV del caso De Miguel, por el que se pasó someramente en el debate por cuanto EH Bildu renunció a hacer bandera de la reciente sentencia contra el exdiputado foral alavés.

"Críticas destructivas"

El principal objeto de las críticas de la oposición, el portavoz de Elkarrekin Podemos, Lander Martínez, se defendía apelando al pragmatismo, a la necesidad de decidir entre "quedarse al margen o ser parte activa desarrollando propuestas". Martínez afirmó que el apoyo a los Presupuestos busca "solucionar los problemas cotidianos" de los ciudadanos en un momento en el que "es necesario pasar de las palabras a los hechos" mediante "acuerdos amplios". Abogó además por "desbloquear el diálogo de sordos" y "huir de la crítica destructiva" para "generar confianza en la sociedad vasca".

"Elkarrekin Podemos no tiene miedo a esta nueva etapa -añadió Martínez-, aunque es más difícil que criticar", y aseguró que la gente les votó para "mejorar sus problemas ahora, no dentro de cuatro años". El portavoz de Elkarrekin Podemos concluyó acusando a EH Bildu de "retorcer los números" en torno a la renta de garantía de ingresos, pues "sube 49 euros en 2020", y aunque "no es suficiente" es una medida efectiva frente a las "declaraciones de intenciones".

Desde el PSE, Alexia Castelo hizo énfasis en el "despecho" de PP y EH Bildu ante el pacto presupuestario, los primeros por estar "anclados en el rencor" tras el apoyo del PNV a la moción de censura a Rajoy. En cuanto a Bildu dijo que les notaba "dolidos" en sus reproches "al que se moja", y les acusó de "buscar titulares de prensa con sus grandes enmiendas". Castelo criticó que los soberanistas no incluyeran las propuestas que ahora demandan en la negociación presupuestaria del año pasado.

Por último, el parlamentario del PNV Mikel Arruabarrena acusó al PP de vender sin datos efectivos un "relato" sobre el Presupuesto que presenta "un gobierno de funcionarios", y a los soberanistas les invitó a "venir al pacto" y dejar "esa actitud de adolescente insolente que da lecciones al padre PNV". A su juicio, el Presupuesto aprobado ayer es el fruto de "un cambio cualitativo que ha ocurrido en estos meses, que Elkarrekin Podemos ha pasado a ser el partido de la oposición más influyente de este país". Según afirmó, su apuesta por pactar le ha alejado de "la simplificación de los discursos".