GERNIKA. Así lo ha proclamado Urkullu en un homenaje que el Gobierno vasco ha tributado hoy en la Casa de Juntas de Gernika a ambos mandatarios, cuando se cumple el 80 aniversario del exilio del primer Gobierno vasco, encabezado por Aguirre, y del 40 aniversario del regreso a Euskadi de Leizaola, tras 43 años fuera.

El acto de reconocimiento ha contado con la presencia, además de familiares de Leizaola y Aguirre, de todos los lehendakaris de la democracia: Carlos Garaikoetxea, José Antonio Ardanza, Juan José Ibarretxe, Patxi Lopez y Urkullu.

También han acudido los máximos responsables de los partidos vascos, excepto el PP, que ha decidido no participar en el homenaje por considerarlo un acto de partido, han explicado fuentes de esta formación.

Así en el histórico parlamento de Gernika se han sentado juntos en el mismo banco Andoni Ortuzar (PNV), Idoia Mendia (PSE-EE), Arnaldo Otegi (EH Bildu) y Lander Martínez (Podemos Euskadi).

Entre la amplia representación institucional estaban los consejeros del actual Gobierno vasco, parlamentarios, los tres diputados generales, numerosos alcaldes, entre ellos los de Gasteiz y Donostia, y el Ararteko, Manuel Lezertua.

En su intervención durante el acto, Urkullu se ha comprometido a mantener "viva" la memoria de ambos lehendakaris y a "seguir su ejemplo y fortalecer su legado".

De igual forma, ha manifestado que la "visión y compromiso con la construcción progresiva del autobobierno vasco" de ambos políticos fue un "acierto cargado de lucidez", lo que ha asegurado que representa un "modelo para seguir construyendo Euskadi en el día a día".

El máximo representante del Gobierno vasco ha dicho que ambos Agirre y Leizaola representaron "un ejemplo de honestidad, integridad y compromiso" con el pueblo vasco.

Urkullu ha defendido la importancia de que ambos lehendakaris fueran conscientes de la necesidad de "mantener viva la institución del Gobierno vasco" y del "significado del legado de derechos, democracia y libertad, que representaba la continuidad del Gobierno en el exilio".

El lehendakari ha recalcado que el exilio fue "una realidad larga y dura para el Gobierno vasco" y también para las familias de los políticos vascos que tuvieron que dejar Euskadi.

Urkullu, que ha recordado de forma especial a quienes nunca pudieron volver al País Vasco, ha expresado su "más sincero agradecimiento" a los exiliados y ha manifestado que "su recuerdo se encuentra entre los brazos extendidos del árbol de Gernika".

En especial, el lehendakari ha rememorado a Alfredo Espinosa, ex consejero de Sanidad en representación de Unión Republicana, quien tras participar en la evacuación de los niños tuberculosos de Gorliz, fue traicionado por un piloto y fusilado el 26 de junio de 1937.

Durante el homenaje, Xabier Bindel, nieto de Leizaola, ha elogiado la memoria del lehendakari, padre de seis hijos y abuelo de 22 nietos, quien ponía el "saber y el conocimiento por encima de todo" y cuya "cultura inmensa" dejaba "mudos" a sus familiares".

Por su parte, Amaia Aguirre, nieta del lendendakari y alcaldesa de Getxo, ha elogiado el "sentido social y la democracia sin demagogia" que defendía su abuelo.

El acto, en el que ha actuado el Orfeón Donostiarra, ha finalizado con una fotografía conmemorativa de los asistentes frente al árbol de Gernika y con una visita a la biblioteca de la Casa de Juntas y a la exposición fotográfica "El exilio vasco después de la Guerra", organizada por el Instituto Gogora.