Bilbao - Sortu acudió ayer a Zarautz para recordar a Jon Paredes Txiki y a Ángel Otaegi, los dos militantes de ETA que fueron fusilados en los estertores de la dictadura. En el 44 aniversario de su muerte, la asociación Ahaztuak organizó un homenaje en el que intervino el secretario general de la formación independentista, Arkaitz Rodríguez, que denunció el “empeño” de determinados sectores y agentes políticos para imponer un relato de la violencia con “buenos y malos”, un relato “de justos e injustos que nada tiene que ver con lo sucedido”. A juicio de Rodríguez, estos intentos imposibilitan la construcción de “una paz justa, estable y duradera” en Euskadi.

El líder de Sortu recordó a los miembros de ETA fusilados y extendió el homenaje a “las centenares de personas que han dado su vida por la democracia, por la paz y por la libertad del pueblo” vasco en las últimas décadas. “Queremos reivindicar el derecho que tenemos, nuestro derecho, a recordar a los nuestros. El derecho que tenemos a preservar nuestra propia memoria, a hacer nuestro propio relato”, recalcó, en referencia a los polémicos ongietorris del pasado verano. En ese sentido, Rodríguez criticó que algunos sectores políticos “estén tratando de criminalizar y de proscribir esa memoria” al imponer un “relato de buenos y malos, de justos e injustos, que nada tiene que ver con lo sucedido realmente” y sobre el que no es posible construir una “verdadera convivencia”. Cree el dirigente abertzale que desde dichos sectores continuamente cargan las culpas contra Sortu y EH Bildu, “lanzando día sí y día también exigencias crecientes” en relación a lo sucedido en el pasado. “Se dirigen a la izquierda abertzale, pese a que se trata del único sujeto relacionado con el conflicto político y armado que ya ha reconocido su parte de responsabilidad sobre las violencias y sufrimientos existentes en nuestro pueblo”, argumentó.

En su opinión, la paz y la convivencia en Euskadi exigen “el reconocimiento y la reparación de todas las víctimas, el conocimiento de toda la verdad, la libertad de todos los presos políticos y el reconocimiento y respeto del derecho de autodeterminación del pueblo vasco”. Por ello, Arkaitz Rodríguez pide al resto de partidos y agentes “que por una vez sean igual de exigentes consigo mismos que con la izquierda abertzale” y que, sobre todo, “retiren sus violencias de una vez por todas de la ecuación política vasca”.