HENDAIA. La marcha contra las políticas liberales del G7 se desarrolló entre las localidades fronterizas de Hendaia) e Irun, próximas a Biarritz, sin que se registraran incidentes durante el recorrido.

En la protesta participaron unas 15.000 personas, según los organizadores, mientras que fuentes oficiales francesas cifraron la asistencia en unas 9.000.

La manifestación se caracterizó por su carácter pacífico, después de que la pasada madrugada 17 personas fueron detenidas y cuatro policías resultaron heridos leves en los altercados que se produjeron en la localidad de Urrugne, en torno al campamento de la 'contracumbre' del G7.

Las autoridades españolas y francesas tenían puesta su atención desde días atrás en la celebración de esta marcha por la posibilidad de que elementos violentos antisistema se infiltraran con la intención de provocar incidentes, si bien los promotores de la iniciativa habían reiterado desde el lunes que todas sus actividades serían pacíficas.

La manifestación de hoy, que discurrió por un trayecto de tres kilómetros y medio, fue el acto central de la "contracumbre" que las plataformas "G7 Ez" y "Alternatives G7" llevaron a cabo desde el pasado miércoles, a ambos lados de la frontera en contra de la reunión del G7 que tiene lugar del 24 al 26 de agosto en Biarritz.

La "contracumbre", durante la que se programaron charlas, talleres y mesas de debate, contó con la participación de destacados dirigentes políticos de la izquierda independentista vasca y catalana, así como de partidos de izquierda y ecologistas.

La marcha partió pasadas las 11.00 horas (09.00 GMT) de Hendaia, encabezada por una gran pancarta en la que figuraba el lema: "No al G7, construyendo otro mundo desde Euskal Herria", en español, francés y vasco.

Tras el cartel, que portaban miembros de las distintas organizaciones que integran los colectivos "G7 Ez" y "Alternatives G7", miles de personas iniciaron la caminata con banderas de los distintos colectivos que participan en la "contracumbre".

Entre los manifestantes estaban dirigentes de partidos y sindicatos independentistas vascos, que corearon distintos lemas contra el G7, así como en favor de alternativas al modelo de desarrollo neoliberal.

A pesar del gran dispositivo de seguridad dispuesto en torno a la frontera, la comitiva discurrió sin gran presencia policial en la parte francesa, salvo un discreto operativo de agentes de paisano, la presencia de un helicóptero y un dron, si bien en la parte española fue custodiada por varias furgonetas de la policía autonómica vasca.

Unas dos horas después de comenzar, la comitiva llegó al puente que cruza el río Bidasoa y que hace de frontera entre España y Francia, donde la cabecera rompió cuatro grandes carteles con la frase "Fronteras impuestas a los pueblos".

Poco después, el grueso de la manifestación, encabezada entonces por un grupo de "joaldunak" (personajes tradicionales vascos que hacen sonar grandes cencerros) que salieron a su encuentro, llegaron al exterior del recinto ferial de Irun, donde había instalado un escenario desde el que varios portavoces leyeron un manifiesto acordado durante la celebración de la contracumbre en español, francés, inglés y vasco.

Anabel Sanz, la encargada de leer el texto en español, criticó "la aceleración y agravamiento de los daños sociales, ecológicos y democráticos causados a escala planetaria por la ofensiva neoliberal", al tiempo que rechazó las políticas del G7 que "han aumentado las desigualdades sociales".

Seguidamente, los manifestantes se dispersaron sin mayores incidentes. Está previsto que las últimas actividades de la "contracumbre" tengan lugar mañana con distintas concentraciones pacíficas en siete lugares diferentes a ambos lados de la frontera.

El G7, constituido por Francia, Alemania, Reino Unido, Italia, Estados Unidos, Canadá y Japón, se reúne en la localidad francesa, a donde hoy comenzaron a llegar los líderes de esos países para discutir asuntos de trascendencia internacional, y en medio de varias crisis globales, como la guerra comercial entre EEUU y China, los incendios de la Amazonía o la amenaza de una recesión mundial.

Los siete países del grupo representan cerca del 40 % del Producto Interior Bruto (PIB) mundial y el 10 % de la población del planeta. Tres de ellos (Francia, Reino Unido y Estados Unidos) son miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU, datos que muestran que el poder mundial se reúne desde hoy en la turística localidad del sur de Francia, muy cercana a la frontera con España.