gasteiz - La nueva consejera de Salud del Gobierno vasco, Nekane Murga Eizagaechavarría, tomó ayer posesión de su cargo en una ceremonia celebrada en Ajuria Enea en la que tanto ella como el lehendakari Urkullu alabaron la figura de su predecesor, Jon Darpón, y anunciaron que mantendrán una política continuista con la labor desarrollada por el exconsejero, que dimitió la semana pasada ante la pretensión de la oposición de reprobar su gestión de la OPE de Osakidetza.

En el Ejecutivo autónomo consideran que Darpón ha sido víctima de una estrategia de acoso por parte de la oposición fruto de la cercanía de las elecciones, que culminó con la amenaza por parte de EH Bildu de presentar una moción de censura que obligaría a reemplazar al consejero. Además, Elkarrekin Podemos y PP ya habían avanzado que apoyarían una reprobación, que aunque no es vinculante, sí era la antesala de una futura moción de censura. La situación se tornó insostenible y Darpón presentó su renuncia al lehendakari. Semanas antes ya habían dejado sus cargos María Jesús Múgica, directora general de Osakidetza; y Juan Carlos Soto, director de recursos humanos del Servicio Vasco de Salud.

“El legado del consejero Jon Darpón es la mejora en los estándares de salud, calidad de vida y bienestar de la ciudadanía vasca”, señaló Urkullu en su despedida, en la que desglosó hitos de su gestión como la inauguración de tres hospitales, la integración de la salud en todas las políticas públicas, los nuevos calendarios de vacunaciones, los planes de cuidados paliativos y de hepatitis C, o los programas de cribado de cáncer de mama, la creación del banco de leche materna y los programas de lucha contra la obesidad infantil. El lehendakari agradeció a Darpón su “compromiso modélico”, su “lealtad” y que haya conseguido reforzar “el buen nombre “ de Osakidetza en los últimos seis años. “La suma de entrega, compromiso, responsabilidad, honestidad y trabajo en equipo ha dado resultado”, afirmó.

Urkullu añadió que con Darpón como consejero Osakidetza ha obtenido una nota de 8,2 sobre 10 entre la ciudadanía vasca, y pasó a nombrar, siguiendo la ley y el protocolo, a Murga, con el encargo de seguir “con el plan iniciado hace seis años”, y ante los miembros de la Mesa del Parlamento Vasco. Entre ellos se encontraba Cristina Macazaga, de Elkarrekin Podemos, una de las parlamentarias que más dura ha sido con el departamento durante la crisis de las OPE.

Fue precisamente la coalición morada la que llevó al Parlamento la presunta filtración de preguntas a opositores de varias especialidades, que ahora investiga la Fiscalía y que habían denunciado tres médicos y varios sindicatos. Tres miembros de entre los 86 tribunales de oposiciones de Osakidetza, facultativos de Anestesiología, Angiología y Digestivo, han sido llamados a declarar como investigados a finales de mayo en una causa en la que también comparecerán, como testigos, una decena de médicos.

abrazo al exconsejero “Prometo cumplir fiel y lealmente, de acuerdo con la ley, las obligaciones del cargo que asumo al servicio de Euskadi”, dijo Murga en euskera y castellano ante una nutrida representación de los medios de comunicación. Concluido el acto, el lehendakari se fundió en un abrazo con un triste y emocionado Darpón, mientras Murga saludaba y se sumaba al resto de consejeros vascos que asistieron al acto.

Ya fuera de la residencia del lehendakari, en la escalinata que da acceso al jardín, Murga comparecía ante los medios declarando su adhesión a Darpón, “referente por su compromiso y trayectoria con las personas y las instituciones, siempre trabajando por el bien común”, recordando que asume la dirección de un departamento “ya en marcha” y sin hacer mención alguna a la crisis que ha desembocado en su nombramiento como consejera. “Me comprometo a trabajar para cumplir con los objetivos” de la consejería, dijo en ese sentido, y señaló como retos de lo que resta de legislatura el aumento de enfermos crónicos, las enfermedades cardiovasculares, degenerativas o raras, o el papel emergente de la genética en la medicina. Murga subrayó su apuesta por “un sistema universal y de calidad” y depositó su confianza en “el alma” de Osakidetza, “sus profesionales”. “Asumo el compromiso de continuar mejorando el sistema, consolidando la equidad y la excelencia”, concluyó.