BARCELONA. Se trata del primer agente que reconoce de manera clara la labor de los Mossos d'Esquadra aquel día, donde se produjeron más de cuarenta registros en el marco de la investigación de la organización del referéndum del 1 de octubre de 2017, siendo el más famoso el de la Conselleria de Economía donde tuvo lugar la masiva concentración que obligó a la secretaria judicial a salir por la azotea.

Del que ha hablado el agente en su declaración como testigo en el juicio del "procés" ha sido el del domicilio de Francesc Sutrias, un piso "grande" en el que hallaron varios lápices de memoria, un portátil, un disco duro y algún documento manuscrito.

Llegaron sobre las ocho de la mañana y ya en torno al final del registro se percató de que "había gente" concentrada con alguna pancarta en las inmediaciones, en torno a 50 o 70, según pudo percibir, aunque ha precisado que es "malo" haciendo estos cálculos.

El guardia civil ha precisado que no estaban "excitadas" ni vio "insultos" y, aunque ha indicado que no entiende "de seguridad de masas", ha señalado que la actitud que vio en ellas "no era la que había en otro sitio".

Pese a eso -ha proseguido- pidieron refuerzos a su superior y éste les comentó que iban a llegar varias patrullas de Mossos, aunque no ha sabido precisar si eran de seguridad ciudadana o antidisturbios.

Según ha recalcado, en la zona se congregaron entre 12 y 15 agentes de Mossos y Guardia Urbana.

Finalmente, el agente ha explicado que decidieron dividirse, de forma que él salió primero junto con la secretaria judicial, "haciéndose pasar" por una pareja de vecinos. "Así lo hicimos y no tuvimos ningún problema", ha dicho, aunque ha recordado que "un chico" les siguió y les estuvo grabando, si bien cree que en realidad "no sabía" lo que grababa.

Después, sus compañeros le dijeron que pudieron sacar a Sutrias sin problema porque, según ha recalcado, "los Mossos hicieron un buen trabajo" al montar "un pasillo" por el que salió el ex director general de Patrimonio de la Generalitat.