Madrid. El exconseller Joaquim Forn, acusado de rebelión en el Supremo, ha reprochado hoy a la Fiscalía que se hayan construido "relatos que son un poco peliculeros" sobre los sucesos del 20 de septiembre de 2017 frente a la Conselleria de Economía, donde según él nunca se trató de "impedir" la actuación judicial.

Tras Oriol Junqueras, el que fuera máximo responsable de Interior en la Generalitat y por tanto de los Mossos d'Esquadra ha sido el siguiente en declarar en el juicio, acusado de un delito de rebelión agravado con malversación por el que la Fiscalía pide para él 16 años de cárcel.

Forn ha defendido que la "voluntad" de las manifestaciones frente a la Conselleria de Economía el 20-S era la de "protestar por unos determinados registros en más de veinte locales" y no "prohibir o impedir el acceso a la comitiva judicial" que registraba el edificio que, de hecho, "pudo desarrollar su trabajo".

El exconseller, que está declarando en catalán y a diferencia de Junqueras sí ha accedido a contestar al fiscal, ha intentado rebajar el relato del ministerio público sobre lo que ocurrió el 20-S, uno de los episodios en los que la Fiscalía sustenta la existencia de violencia en el proceso soberanista catalán y, por tanto, la acusación de rebelión contra nueve procesados.

Ha negado que la letrada de la Administración de Justicia tuviese que salir por el tejado y ha señalado: "Construyen unos relatos que son un poco peliculeros; subiendo por los tejados, no; saltando un muro de un metro y medio que conectaba la Consellería con el cine Coliseo".

Es más, ha añadido Forn, "ella misma dijo que quería salir por un sitio que fuera seguro y se le ofreció esta alternativa" desde los Mossos, ante la multitud que se agolpaba a las puertas del edificio.

Forn ha explicado que él no dirigió ningún operativo policial ese día porque no es su función pero que estuvo en contacto con el mayor de los Mossos, Josep Lluis Trapero (acusado de rebelión en la Audiencia Nacional), y que también habló "4 o 5 veces" con el exlíder de ANC y también acusado, Jordi Sànchez, porque pensó "que podía hablar con él para reconducir y disminuir la tensión".

Sin embargo, ha declarado desconocer si era Sànchez quien negoció los términos para que "saliesen o entrasen" los miembros de la comitiva judicial que registraban el edificio, como afirma la Fiscalía.

También ha negado que se intentasen "echar abajo las puertas de la Conselleria", ha precisado que él siempre entendió ese día como una "protesta" y ha apuntado que "es habitual ver muchas personas protestando en la vida cotidiana por determinadas decisiones de los jueces".

Forn ha recordado que ya condenó las actuaciones frente a varios vehículos de la Guardia Civil, alguno con armas en su interior, que acabaron destrozados -según él dos y según el fiscal siete- pero ha añadido: "Yo hubiese tenido problemas si un mosso se deja armas dentro del vehículo".

Y ha criticado que los Mossos no supiesen que se iban a realizar esos registros: "Hubiese sido más fácil tener conocimiento de estos y nos hubiésemos ahorrado algún problema".