BERLÍN. "Nuestro plan B es el plan A. España puede cambiar su Constitución. La república independiente sigue siendo nuestra meta", afirmó Torra al ser preguntado sobre la posición del Gobierno español que ve la Carta Magna como una línea roja que no puede ser traspasada en el diálogo.

"También queremos la libertad de los presos porque son inocentes y además el regreso al Gobierno de Carles Puigdemont, de quien me veo como representante mientras tenga que vivir en el exilio", agregó.

Torra defendió a los presos independentistas, cuyo juicio comienza hoy en el Tribunal Supremo, y dijo que "es evidente" que no se les puede acusar del delito de rebelión porque, en su opinión, "este está definido por el uso de la violencia o al menos la incitación a la violencia".

"Las imágenes del 1 de octubre muestran claramente: las acciones violentas vinieron sólo del lado de la policía española y no de los electores catalanes o de los políticos que hicieron el referendo sobre la base de una decisión del Parlamento", aseguró.

Torra señaló que nunca se hubiera imaginado que "activistas de un proceso democrático fueran a estar casi año y medio en presión preventiva porque supuestamente representan un peligro para el estado".

"Jordi Sànchez y Jordi Cuixart son presidentes de un gran movimiento ciudadano que defiende el derecho de autodeterminación. Forma parte de los derechos fundamentales el poder defender una política determinada, se trata de la libertad de opinión", aseveró en la entrevista.

"A la expresidenta del Parlament Carme Forcadell se le acusa de haber puesto en el orden del día un debate sobre el referendo. La mayoría de los diputados lo habían solicitado. Los debates parlamentarios son un elemento fundamental de la democracia y aquí los convierten en un delito", agregó.

INTERVENCIÓN TRAS FINALIZAR LA PRIMERA JORNADA

Ya por la tarde, Quim Torra ha denunciado que el juicio del 1-O representa "un acto de venganza" contra el pueblo de Cataluña y ha reclamado al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, "coraje y valentía" para retomar el diálogo y evitar las enmiendas a la totalidad de los presupuestos generales.

Tras finalizar la primera jornada del juicio del 1-O, que ha podido seguir desde el Tribunal Supremo, Torra se ha dirigido al Centro Cultural-Librería Blanquerna de Madrid, sede de la Delegación de la Generalitat, para comparecer ante los medios.

"Esta causa acabará en los tribunales europeos e internacionales, y la ganaremos. Que lo tengan bien claro quienes en nombre de la unidad de España no pretenden hacer justicia sino convertirse en salvapatrias", ha afirmado en una intervención inicial que ha leído en catalán, castellano e inglés, antes de dar paso a preguntas.

En lo que ha calificado de "acto de venganza y escarmiento" contra el pueblo de Cataluña, Torra ha considerado que en un solo día de juicio el Estado se ha "desnudado" y ha demostrado que "esta macrocausa es una persecución política", con "vulneraciones, restricciones y discriminaciones" hacia los presos independentistas.

El mandatario catalán ha tildado el juicio de "ataque a la democracia y los derechos humanos", así como una "vergüenza indigna en la Europa del siglo XXI".

Es por ello que ha exigido archivar inmediatamente la causa, que se atienda a las observaciones de los abogados para conseguir una "mínima imparcialidad", y que se ponga en libertad "inmediata" a los presos para que puedan "defenderse con garantías".

También ha apelado a juristas, observadores y organizaciones internacionales que "pongan toda su atención en el juicio-farsa" y denuncien sus "vulneraciones", y ha avanzado que llevarán el "caso de Cataluña" a instancias internacionales. "Llamaremos a todas las puertas que haga falta", ha advertido.

Pero especialmente se ha dirigido al Gobierno y al presidente Pedro Sánchez, a quien ha instado a tener "la valentía y el coraje que el momento exige" y que "vuelva a la mesa de diálogo", ya que ha avisado de que "si no es posible la mediación con el Estado", apelará a la mediación internacional.

"Pido a Sánchez, que ha sido un hombre que ha hecho de la resistencia alguna cosa más que un valor y la ha acabado convirtiendo en una idea, que tenga la valentía y el coraje que el momento exige y escuche el clamor que viene de Cataluña. Es un imperativo ético en estos momentos", ha dicho.

De hecho, ha reclamado que, en las "horas" que restan hasta la votación de las enmiendas a la totalidad de los presupuestos generales en el Congreso, Sánchez "rectifique" su posición para evitar que el independentismo tumbe las cuentas del Estado.

Por ello, le ha propuesto que acepte las "posiciones de mínimos" del soberanismo si quiere que PDeCAT y ERC retiren esas enmiendas a la totalidad: "Sánchez tiene la capacidad de alterar la votación de mañana si decide que quiere hablar de autodeterminación, si está dispuesto a acabar con la represión y las detenciones injustificadas y si se concreta la figura del relator. No queremos más hojas en blanco. No me parece nada extraordinario ni descabellado".

Torra ha criticado en cambio que el Gobierno "amenace" con el "globo sonda" de avanzar las elecciones generales al mes de abril y le ha reprochado que "en lugar de amenazas de elecciones, querríamos escuchar propuestas constructivas", ha dicho el president.

Por otro lado, ya sobre el juicio, ha explicado que ha podido saludar y "abrazar" en el Supremo a sus "amigos", en alusión a unos dirigentes presos a quienes ha visto "fuertes y serenos", y ha dicho estar "enormemente satisfecho" del papel de las defensas hoy.