- La posición del primer ministro británico, Boris Johnson, se complica tras las denuncias de islamofobia en su Gobierno, hechas por una diputada musulmana días antes de conocerse el informe sobre el Partygate, el escándalo de las fiestas en Downing Street durante la pandemia.

Johnson ordenó ayer abrir una investigación para que los funcionarios del Ejecutivo puedan esclarecer el caso de la diputada conservadora Nusrat Ghani, que el domingo reveló que fue apartada del Gobierno en febrero de 2020 por, entre otras cosas, su condición de mujer musulmana.

Ghani acusó a un alto cargo de su partido, Mark Spencer, de haberla cesado de su cargo en el Ministerio de Transportes durante una remodelación del Ejecutivo, ya que sus creencias religiosas podían suponer “un problema”. Según Ghani, Spencer habría dicho que su “condición de secretaria musulmana” ponía “incómodos” a muchos colegas, quienes verían también con preocupación su supuesta falta de lealtad porque no estaría haciendo “lo suficiente” para defender al partido conservador de las acusaciones de islamofobia.

En una visita a un hospital en Milton Keynes, a las afueras de Londres, el primer ministro declaró ayer a los medios que toma “con extrema seriedad” estas alegaciones. “Las tomé con mucha seriedad cuando se me plantearon hace 18 meses. Estoy satisfecho de que haya una investigación”, insistió.

Ghani, diputada por la circunscripción de Wealden, en el sur de Inglaterra, expresó ayer su satisfacción por la apertura de este proceso y exigió que este se centre en la conversación que ella tuvo con un responsable de la disciplina parlamentaria de los tories. “Como le dije anoche al primer ministro, todo lo que quiero es que esto se tome en serio y que él lo investigue. Saludo su decisión de hacerlo”, indicó la parlamentaria, quien era secretaria de Estado de Transporte cuando fue excluida del Ejecutivo.

Al dar a conocer la investigación, una portavoz de Downing Street señaló que Johnson le había pedido en su día a Ghani que hiciera una queja formal al partido, pero que ella “no aceptó la propuesta”.

El ministro de Educación, Nadhim Zahawi, que salió en defensa de la parlamentaria, afirmó a la cadena Sky News que es “importante” que este asunto se analice “adecuadamente”. Ghani “ha hecho unas afirmaciones muy graves. El primer ministro habló con ella y dijo que el Ministerio del Gabinete las investigará en detalle”, agregó Zahawi, que calificó de “valiente” la actitud de Ghani al denunciar este caso.

El caso de la supuesta islamofobia ha estallado días antes de que la funcionaria Sue Gray divulgue su informe sobre varias fiestas celebradas en Downing Street cuando el Reino Unido cumplía unas medidas restrictivas para contener la pandemia.

El Partygate ha provocado un revuelo en el mundo político y entre la población, hasta el punto de que varios diputados tories manifestaron su intención de pedir la apertura de un proceso interno para sustituir a Johnson como líder conservador y primer ministro. Para ello, el Comité 1922, que agrupa a los diputados conservadores sin cartera, debe recibir 54 cartas de los parlamentarios expresando que le retiran la confianza a Johnson, algo que no se descarta pero que se ve como improbable.

Victoria parcial. El fundador de WikiLeaks, Julian Assange, se anotó ayer una victoria legal que le permite continuar luchando en el Reino Unido contra su extradición a Estados Unidos, que le reclama por 18 delitos de espionaje e intrusión informática que acarrean 175 años de cárcel en ese país. El Tribunal Superior de Londres permitió ayer que Assange, de 50 años, que recurra su entrega en los próximos 14 días ante el Supremo, máxima instancia judicial británica, que deberá decidir si admite o no su caso. Su equipo legal, encabezado por Baltasar Garzón, celebró la decisión de la corte, que abre nuevas esperanzas a Assange.