Al menos diez uniformados murieron en Kazajistán durante la jornada de disturbios de hoy, entre policías, guardias nacionales y militares, según informaron las autoridades.

El servicio de prensa del Ministerio del Interior de Kazajistán indicó que a consecuencia de los enfrentamientos entre los agentes del orden y la multitud murieron 8 personas, pertenecientes a los cuerpos de la Policía y la Guardia Nacional.

Además, dos militares perdieron la vida durante el asalto al aeropuerto de Almaty, ocupado durante la tarde por manifestantes, según informó la prensa local.

"En varias regiones del país continuaron hoy los disturbios y actos de vandalismo organizados por provocadores y elementos criminales. Para los ataques se utilizaron piedras, barras de acero, bates, mezclas inflamables", indicó el Ministerio del Interior.

Según el ministerio, los manifestantes atacaron sedes del Gobierno, servicios públicos, del comercio, la gastronomía y el sector bancario, así como ambulancias, vehículos de bomberos y bienes de ciudadanos comunes.

"Cientos de personas sufrieron el maltrato de la multitud enardecida, incluyendo aquellas que garantizan la conservación del orden y la protección de la salud de la población, incluyendo a 317 agentes de la policía y miembros de la Guardia Nacional", señaló el Ministerio del Interior, que lamentó además pérdidas humanas.

En algunos casos, denunció la autoridad responsable, se observaron intentos de obstaculizar el ingreso hospitalario de las personas heridas.

Las protestas en Kazajistán se desataron el pasado 2 de enero tras el alza del precio del gas licuado, principal combustible automotriz del país, que pasó de valer 60 tenge por litro (0,14 dólares) a valer 120 tenge (0,28 dólares).

Las reclamaciones inicialmente económicas de las protestas han derivado paulatinamente en políticas, con la principal exigencia de poner fin al "régimen de Nazarbáyev", a quien acusan de todavía mantener el poder político en Kazajistán a la sombra del actual mandatario, Kasim-Yomart Tokáyev

La situación en el país, y especialmente en Almaty, donde se observaron los mayores disturbios, es extremadamente tensa, y ha ocasionado graves daños, tanto humanos como materiales.

El propio presidente kazajo admitió que "hay muertos y heridos", aunque no ofreció ninguna cifra, mientras que la administración local informó de que más de 500 personas habían sufrido lesiones, además de cuantiosos daños en inmuebles y vehículos.

En estos momentos el aeropuerto, tomado por la tarde por los manifestantes, fue liberado por el Ejército y en Almaty se lleva a cabo una "operación antiterrorista", así llamada por las autoridades, para poner fin a los disturbios.