- Había expectación por lo que daba de sí el encuentro entre el primer ministro británico, Boris Johnson, y el presidente de EE.UU., Joe Biden, después de que, en vísperas de la reunión, The Times publicara ayer que Biden había pedido a sus funcionarios que reprendan por la vía diplomática a Johnson por poner en peligro el proceso de paz de Irlanda del Norte a raíz del Brexit.

Sea cierta o no la noticia publicada por el rotativo londinense, tras el encuentro Johnson quiso dejar clara su intención de preservar los acuerdos de paz de Viernes Santo. Así, aseguró que sus dos países y la Unión Europea están “absolutamente en sintonía” con que los acuerdos de paz en Irlanda del Norte deben protegerse. “Hay una cosa que Estados Unidos, Reino Unido y la Unión Europea quieren todos hacer y esa es preservar el Acuerdo de Viernes Santo y asegurarnos de que mantenemos el equilibrio del proceso de paz”, señaló Johnson a los medios tras concluir su reunión con Biden.

El premier calificó de “aire fresco” su conversación con Biden al constatar su sintonía en asuntos como el clima o la OTAN, y dijo que este “no” le transmitió estar alarmado por la situación en Irlanda del Norte.

El británico y el estadounidense suscribieron la llamada Carta del Atlántico, un documento que fue firmado en su origen por sus predecesores Franklin D. Roosevelt y Winston Churchill en 1941, y que marca las directrices de la causa común entre ambos países por defender los valores democráticos. También difundieron un comunicado conjunto en el que ambos países “reafirman su compromiso de trabajar estrechamente con todas las partes del acuerdo para proteger su delicado equilibrio y hacer realidad su visión para la reconciliación, el consentimiento, la igualdad, el respeto de los derechos y la igualdad de consideración”.

El Reino Unido y EE.UU. se comprometen también a trabajar juntos hacia el “objetivo común” de “desbloquear el tremendo potencial de Irlanda del Norte”. Un portavoz de Downing Street, oficina del primer ministro británico, señaló a los medios que Biden y Johnson coincidieron en que sus países tienen “la responsabilidad de cooperar y hallar soluciones pragmáticas para permitir el comercio libre de cargas entre Irlanda del Norte, Gran Bretaña e Irlanda”.

Y agregó que el primer ministro británico tiene la ambición de “expandir las oportunidades para toda la gente en Irlanda del Norte” y para ello cuenta con el apoyo de EEUU.

Previamente, la Casa Blanca desmentía que Biden pretendiese dar lecciones a Johnson sobre Irlanda del Norte y aseguraba que el mandatario estadounidense no iba a tocar este tema de una manera “polémica” o como adversario con Johnson. Según publicaba The Times, Biden había pedido a sus funcionarios que reprendan por la vía diplomática a Johnson por poner en peligro el proceso de paz norirlandés a raíz del Brexit.

Según el rotativo británico, la encargada de negocios de la embajada de EEUU en el Reino Unido, Yael Lempert, se reunió con el negociador británico del Brexit, David Frost, para decirle que el Gobierno de Johnson estaba “inflamando” las tensiones en Irlanda del Norte y en la Unión Europa por la polémica sobre los controles comerciales en la frontera comunitaria, agregaba el rotativo británico.

Además, ambos mandatarios firmaron una nueva versión de la Carta del Atlántico adaptada a los retos del siglo XXI.

En el texto ambos países afirman su compromiso para apoyar los valores compartidos y defenderse ante los desafíos “nuevos y antiguos”. “Nos comprometemos a trabajar de cerca con todos los socios que comparten nuestros valores democráticos y para contrarrestar los esfuerzos de aquellos que buscan socavar nuestras alianzas e instituciones”, dicen.

La versión original del Acuerdo del Atlántico fue rubricada en 1941 por los presidentes Franklin D. Roosevelt y Winston Churchill en medio de la II Guerra Mundial y sirvió para marcar los objetivos de EE.UU. y del Reino Unido después del conflicto.

El nuevo documento se da tras más de un año y medio de pandemia y está adaptado a los nuevos tiempos. A lo largo de ocho puntos se desglosan los principios con los que EE.UU. y el Reino Unido buscan regirse en la era poscovid-19. Asimismo, se agrega un punto de especial interés para EE.UU. sobre las “amenazas modernas” y más en concreto los ciberataques, y remarca que la OTAN seguirá siendo su “alianza nuclear”, mientras continúe existiendo este tipo de armamento, en un mensaje que aparentemente va dirigido a Rusia.