Escocia votó ayer en unas elecciones en las que, además de elegir la composición del Parlamento regional, se decidía si los electores habilitan a los nacionalistas del SNP de Nicola Sturgeon a pedir al Reino Unido un nuevo referéndum tras la consulta separatista de 2014, que se saldó con triunfo, con un 55% de los votos, de los partidarios de rechazar la independencia.

Eso sí, los escoceses se acostaron con la incertidumbre de un recuento que se iniciará hoy, con lo que la suerte está echada pero tardará en conocerse. Nadie duda del triunfo de la ministra principal, Nicola Sturgeon, pero la importancia reside en si es capaz de llegar a los 65 escaños que le darían la mayoría absoluta en un Parlamento de 129 escaños. Actualmente tiene 61, y gobierna con el apoyo de los 5 diputados del Partido Verde, pero hay encuestas que ven posible que alcance su objetivo, que le legitimaría para cumplir su promesa de pedir a Boris Johnson un nuevo referéndum de independencia. Además, las encuestas predicen un notable crecimiento del Partido Verde, muy a favor también de realizar una nueva consulta

Se esperaba una alta participación, ya que 4,3 millones de ciudadanos, de una población total de 5,4 millones, se habían registrado para los comicios, con una espectacular cifra de un millón de votos por correo, favorecidos por la pandemia.

Esta cita electoral es crucial por la promesa de Sturgeon de impulsar un nuevo referéndum de independencia una vez superada la crisis de la pandemia, para lo que necesitará antes la aprobación del Gobierno de Boris Johnson y el Parlamento británico.

La líder del SNP espera contar con un fuerte mandato para pedir a Johnson el visto bueno al nuevo plebiscito, pero el premier conservador rechazó hasta ahora tal posibilidad.

Al igual que el SNP, los Verdes y el nuevo Partido Alba, del exministro principal escocés Alex Salmond, apoyan esta consulta, pero se oponen a ella los laboristas, los conservadores y los liberaldemócratas. Además, Salmond es partidario de la vía unilateral, algo que Sturgeon rechaza y busca el acuerdo con Londres.