La Cámara de Representantes de Estados Unidos ha aprobado este jueves la primera de las dos propuestas que buscan legalizar la situación irregular de unos once millones de personas, entre ellos 2,3 millones de los conocidos como 'dreamers', migrantes que llegaron cuando eran niños y cuentan ya con cierto nivel de estudios y arraigo en el país.

Los demócratas, mayoría en la Cámara, han contado con el apoyo de hasta nueve representantes republicanos para sacar adelante la conocida como Ley de Promesa y Sueño Americano, por 228 votos a favor y 197 en contra, mientras que también han sacado adelante otra reforma con la que se otorga estatus legal a cientos de miles de trabajadores agrícolas.

El Partido Demócrata confía en que este tipo de proyectos de ley independientes sean la mejor forma de cumplir con las promesas electorales del presidente, Joe Biden, para lograr la regularización de millones de migrantes, dado que el plan originario del presidente de Estados Unidos no cuenta con muchos apoyos entre las filas republicanas y las fuerzas están muy igualadas dentro del Senado.

Tras la aprobación, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha calificado al proyecto como "un primer paso crítico en la reforma de nuestro sistema de inmigración y proporcionará un alivio muy necesario" en los 'dreamers', por lo que ha reiterado su apoyo y ha felicitado a la Cámara.

Para los 'dreamers', Estados Unidos "es su hogar" y "son parte del tejido nacional, haciendo contribuciones vitales a las comunidades de todo el país".

"Con cada generación, Estados Unidos se ha enriquecido y fortalecido con una oleada tras otra de nuevos inmigrantes" y muchos han trabajado "incansablemente en primera línea a lo largo de esta pandemia para mantener nuestro país a flote, alimentado y saludable, pero se ven obligados a vivir con miedo e incertidumbre debido a su estatus migratorio".

Por esto, promete que su Administración trabajará por construir "un sistema de inmigración propio del siglo XXI basado en la dignidad, la seguridad y la justicia".

Si finalmente estos proyectos adquieren rango de ley, quienes se acogieron al programa DACA, que evita deportaciones de migrantes menores de edad indocumentados, podrán solicitar un periodo de residencia de hasta diez años si cumplen una serie de requisitos, como obtener un título universitario, servir en el Ejército durante dos años, o haber estado trabajando al menos tres años, cuenta la cadena CBS.

A su vez, más de 300.000 personas que viven en Estados Unidos bajo diferentes estatus de ayuda humanitaria podrían aspirar a la residencia permanente si logran cumplir algunos de los requisitos, como haber residido en el país durante tres años.