La Cámara de Representantes de Estados Unidos ha aprobado este jueves el proyecto de ley que pretende acabar con la brutalidad policial, una iniciativa impulsada por la oleada de manifestaciones generada por la muerte del afroamericano George Floyd a manos de la Policía en Mineápolis.

La legislación, aprobada con 236 votos a favor y llamada Ley de Justicia en la Policía George Floyd en su honor, prohíbe los estrangulamientos a nivel federal, al tiempo que los clasifica como una violación de los derechos civiles.

Asimismo, establece un registro nacional para almacenar las faltas de los agentes de Policía, sustentado por el Departamento de Justicia, e incluye disposiciones para revisar la inmunidad de los agentes y prohibir la elaboración de perfiles raciales.

Los demócratas presentaron la ley a principios de junio y no se espera que se adopte en el Senado estadounidense. De hecho, el líder de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, ya ha avanzado que la ley aprobada por los demócratas se extralimita y que no tendrá recorrido en la Cámara Alta.

La aprobación de este jueves llega después de que los demócratas bloquearan, el miércoles, un proyecto de ley de los republicanos que pretendía competir con el concebido por ellos. En particular, el proyecto demócrata pone el foco en los estándares policiales nacionales, como obligar a los agentes a usar cámaras corporales. En cambio, el plan republicano se centra en incentivar a los estados para que tomen ciertas medidas.

"Con la Ley de Justicia en la Policía George Floyd la Cámara de Representantes está honrando su vida y la vida de todos aquellos asesinados por la brutalidad policial. Nunca más", ha indicado la presidenta de la cámara baja, Nancy Pelosi, según ha informado la cadena de televisión CNN. "El Senado tendrá que elegir: honrar la vida de George Floyd o no hacer nada", ha remachado.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó hace unos días una orden ejecutiva que permitirá reformar los protocolos de actuación policial y que llevará, además, a la creación de una base de datos de agentes que hayan hecho un uso excesivo de la fuerza.

Tras la muerte de Floyd y el renacer masivo de las protestas enmarcadas en el movimiento 'Las vidas negras importan', estados estadounidenses y diversas ciudades han adoptado nuevos estándares para los Departamentos de Policía, como prohibir la maniobra del estrangulamiento durante las detenciones.