Dominic Cummings, el principal asesor del primer ministro británico, Boris Johnson, se saltó las normas de confinamiento impuestas por el Gobierno, provocando la indignación de la oposición para que dimita.

Los diarios británicos The Guardian y Daily Mirror fueron los primeros que divulgaron la noche del viernes que el controvertido Cummings y su esposa viajaron desde Londres hasta la residencia de sus padres en Durham, a más de 400 kilómetros de la capital, donde permanecieron teniendo síntomas de coronavirus.

Al destaparse la noticia, el opositor Partido Laborista exigió al Ejecutivo una “pronta explicación” por el comportamiento de Cummings pues, según las normas impuestas por el Gobierno, cualquier persona con síntomas de covid-19 debe autoaislarse en su propia casa y no abandonarla durante siete días.

“De ser cierto, el principal asesor parece haber quebrado las reglas de confinamiento. La instrucción del Gobierno era muy clara: quédense en casa y no hagan viajes que no sean esenciales”, apuntó un portavoz laborista. “Los ciudadanos han realizado sacrificios extraordinarios durante esta pandemia y el confinamiento”, recordó.

Un portavoz oficial de Downing Street aclaró ayer que “debido a que su esposa ya estaba infectada con supuesto coronavirus y a la alta probabilidad de que él mismo se sintiera indispuesto, le resultó esencial asegurar que su hijo pequeño podría recibir cuidados de manera apropiada”.

“Sus acciones han ido en línea con las pautas sobre coronavirus. Dominic Cummings cree que se comportó de manera razonable y dentro de la ley”, puntualizó.

El ministro del gabinete, Michael Gove, apoyó ayer en Twitter al polémico asesor de Johnson con un mensaje en el que indicaba que “cuidar a tu esposa y a tu hijo no es un delito”.

El pasado marzo el Ejecutivo ordenó a cualquier persona que mostrara síntomas relacionados con la covid-19 autoaislarse en su propio domicilio durante siete días.

“Dominic Cummings cree que se comportó de manera razonable y dentro de la ley”

Portavoz de Downing Sreet