Beirut - La ofensiva turca en el norte y noreste de Siria amenaza con resucitar el grupo terrorista Estado Islámico (EI) si en medio del caos de la guerra consiguen fugarse y reorganizarse los prisioneros yihadistas recluidos en cárceles controladas hasta ahora por los kurdos, que son principal blanco del ejército de Turquía.

Los kurdos aseguraron la custodia en el norte sirio de los centros de detención de yihadistas y los campamentos que albergan a las mujeres y niños de los miembros de la organización, derrotada territorialmente el pasado 23 de marzo en Siria, pero tras la invasión turca avisaron de que ya no pueden soportar esa carga.

En tanto, el reciente acuerdo militar de los kurdos con el ejército del presidente sirio, Bachar al Asad, para unir sus fuerzas ante la ofensiva turca abre la incógnita de quién controlará los campos y quién se encargará de que los yihadistas y sus familiares no huyan.

“Con la retirada de Estados Unidos, definitivamente se complican las cosas en la región y hay muchos retos de manera simultánea, y con una visión que no está muy clara por parte de los actores. Pero la gran cuestión es: ‘¿Quién va a controlar los campos del EI y qué va a pasar con los prisioneros?”, declara Jasmine el Gamal, quien fue asesora para Siria del Departamento de Defensa de EE.UU. durante la presidencia de Barack Obama.

“Si el régimen controla las prisiones, puede ser visto como una opción estable, ya que el régimen tiene más recursos que las (milicias kurdas) Fuerzas de Siria Democrática (FSD). Pero, en realidad, es una de las peores opciones, ya que, como han hecho antes (...), estos detenidos serán usados como moneda de cambio con las potencias occidentales y podrían ser liberados en cualquier minuto”.

Las fuerzas de Damasco tomaron 1.030 kilómetros cuadrados en torno a la ciudad de Manbech (o Manbij), declaró ayer el Ministerio de Defensa de Rusia. Según un mapa publicado por la cartera rusa, cuyos efectivos cumplen misiones militares y de observación en la nación árabe, el Ejército sirio controla ahora la ribera del Éufrates al oeste de la ciudad.

En los centros de detención, según los kurdos, hay unos 12.000 prisioneros de diferentes nacionalidades, mientras que sus familiares se encuentran en otros campos, como en Al Hol o en Al Roj, que albergan a unas 70.000 personas, en particular de nacionalidad española, francesa, belga o británica, entre otros.

El presidente de EE.UU., Donald Trump, sugirió este lunes que los kurdos podrían estar liberando a yihadistas presos en medio de la ofensiva turca para provocar la reacción de Washington, e indicó que éstos pueden ser “fácilmente recapturados por Turquía o las naciones europeas de donde vinieron muchos”, aunque advirtió de que para ello esos países “deberían moverse rápidamente”.

La directora del International Center for the Study of Violent Extremism y profesora adjunta de Psicología del Terrorismo en la Georgetown University, Anne Speckhard, recordó que 800 extranjeros supuestamente vinculados con el EI ya escaparon hace dos días de un campo donde estaban detenidos. “Es un desastre”, dijo. - Efe